Thomas Markle pidió última oportunidad para reencontrarse con su hija, Meghan Markle, mientras permanece hospitalizado en Filipinas tras someterse a una cirugía de amputación en la pierna izquierda.
El ex director de iluminación dijo que desea verla "una vez más antes de morir" y reunirse finalmente con su yerno, el Príncipe Harry, y sus nietos Archie y Lilibet, mientras atraviesa una recuperación que los médicos han calificado como crítica.
La operación, realizada esta semana en un hospital de Cebú, duró aproximadamente tres horas y fue considerada vital para salvarle la vida después de que un coágulo severo comprometiera por completo la circulación en su extremidad.
"Su pie se puso azul y luego negro. Pasó muy rápido", explicó su hijo, Thomas Markle Jr., al Daily Mail.
Markle, de 81 años, permanece en la unidad de cuidados intensivos y enfrenta ahora un segundo procedimiento para retirar otro coágulo en el muslo. Aunque su estado es estable, los médicos aseguraron que las próximas horas serán decisivas para vigilar infecciones y confirmar que la herida evoluciona sin contratiempos.
En medio de esta situación, el patriarca Markle expresó su desconcierto ante las versiones que aseguran que Meghan se comunicó con él después de la cirugía.
Un representante de la Duquesa de Sussex declaró a Page Six que ella había establecido contacto: "Puedo confirmar que se ha comunicado con su padre", afirmó.
Sin embargo, Thomas sostiene que nunca recibió una llamada de su hija.
"No cambié mi número para que siempre pudiera comunicarse conmigo", señaló al Mail on Sunday.
El personal del del hospital donde se encuentra ingresado también negó haber recibido notificación alguna de la esposa de Harry.
"El Sr. Markle es un paciente VIP. Todos sabemos quién es", dijo una fuente del centro médico. "Si Meghan o alguien de su entorno hubiera llamado, lo habríamos sabido. Nos sorprendió ver esas declaraciones. ¡Nos encantaría recibir a la duquesa en Filipinas!"
Desde la cama del hospital, Thomas matizó que aún desea hablar con su hija, aunque admite que estas no son las circunstancias ideales.
"Siempre he dicho que estoy abierto a reconciliarme con ella. Nunca dejé de amarla", dijo. "No quiero morir distanciado de Meghan. Quiero conocer a mis nietos. Sería un placer conocer también a su esposo".
Retirado de la industria del entretenimiento, el padre de la duquesa se mudó a Filipinas a principios de año buscando una vida más tranquila, lejos del ruido mediático que ha marcado su distanciamiento desde la boda real en 2018.
El padre de Meghan Markle ha enfrentado un historial médico complicado en los últimos años, incluyendo dos infartos previos y un derrame cerebral en 2022 que afectó su capacidad de hablar.