Tras recibir el Premio al Mérito Empresarial COPARMEX, Agustín Coppel Luken, presidente del Consejo de Administración de Grupo Coppel, señaló que la concentración de poder genera incertidumbre económica.
"La historia nos enseña que la tentación por seguir teniendo una concentración excesiva de poder no beneficia a las naciones; por el contrario, debilita los contrapesos democráticos y genera incertidumbre.
"Las cifras son frías: venimos de un sexenio que pronosticó crecer 4% anual y en realidad fue menor al 1%. Este año, mientras nuestros socios comerciales y vecinos latinos crecen, nosotros difícilmente llegaremos al 0.3% este año", subrayó.
Igualmente, expuso que algunos factores adversos son que la inflación no está en el nivel esperado por Banxico de 3 por ciento, así como por los aranceles a productos asiáticos.
"Por un lado, porque la inflación no está en el objetivo del Banco de México de 3%, debido a las presiones del aumento del salario mínimo, que ya podríamos afirmar que es medio, por la cantidad de personas que lo tienen y también por los aumentos en los aranceles que le está imponiendo México a China y otros países.
"Estas acciones no permiten que el Banxico baje más las tasas de interés. Y por otro, porque reformas como la del Poder Judicial, que aunque necesaria, su diseño e implementación son cuestionables, y ya no mencionemos la sobrerepresentación en los Congresos, que envían señales equivocadas y generan un ambiente de alta incertidumbre", aseveró.
Por otro lado, destacó los esfuerzos del Gobierno federal por consolidar el T-MEC, el aumento al salario mínimo, respeto a la autonomía de Banxico, Plan México y el Corredor Interoceánico.
"Debemos reconocer los aciertos de este Gobierno que permiten estabilidad, como mantener el esfuerzo por consolidar el T-MEC, acuerdos históricos con el sector privado para incrementar el salario mínimo, el respeto a la autonomía del Banxico y su mandato de contener la inflación.
"También no se ha intentado tener un control de precios; el Plan México y el Corredor Interoceánico pueden ser buenos detonadores de la industria, logística, comercio y del desarrollo regional.
En cuanto al tema de seguridad, reconoció que en la actual Administración hubo un cambio significativo en la política con respecto al sexenio pasado.
"En materia de seguridad, hubo un cambio sustantivo en la política con respecto al sexenio anterior. Esperamos que siga avanzando con seriedad y profesionalismo el combate frontal al crimen organizado, y esperemos que disminuya el delito de extorsión que tanto nos daña", añadió.
Por otro lado, dijo que decisiones como la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y la apuesta por megaproyectos de infraestructura han frenado el potencial económico de México.
"Debemos señalar con firmeza las decisiones que han frenado nuestro potencial, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, que afectó al turismo y el crecimiento de la Ciudad de México. Así como la apuesta por megaproyectos de infraestructura sin viabilidad económica, sin rentabilidad financiera, no solo costó demasiado dinero, costaron confianza", criticó.
Inversiones en Pemex deberían destinarse a otros sectores
En cuanto a Petróleos Mexicanos (Pemex), criticó que las inversiones hechas en la petrolera podrían invertirse de mejor manera en infraestructura carretera y hospitalaria, lo que a su vez impulsaría el nearshoring.
"El caso de Pemex hace una década aportaba 4 puntos del PIB; hoy sus aportaciones netas son negativas. Mientras las petroleras estatales del mundo ganan dinero, la nuestra nos cuesta a todos los mexicanos.
"Si hacemos la suma de inversiones, pérdidas y sobrecostos, estamos hablando de cerca de 70 mil millones de dólares que se han convertido en activos improductivos. Ese es dinero que hoy no está en carreteras, no está en hospitales, escuelas, generación de energía limpia y no está en la infraestructura necesaria para aprovechar la relocalización de inversiones de China; es una gran oportunidad histórica que se nos está desvaneciendo de las manos por falta de inversión", destacó.
También incluyo a las finanzas públicas como un factor que impide el crecimiento económico.
"Otro elemento que resta competitividad a nuestra economía es el límite al que han llegado las finanzas públicas. En ausencia de una adecuada recaudación con los evasores y frente al escaso crecimiento económico, la sustentabilidad de las finanzas públicas es cuestionable, sobre todo ante los crecientes compromisos de gasto social y de pago de intereses de la deuda pública.
"Señalar esto no es confrontar. Señalar esto es nuestra responsabilidad cívica. Los datos no tienen ideología. La confrontación estéril no sirve, pero el silencio cómplice tampoco", expuso.
No hay mejor programa social que el empleo formal
Sobre los apoyos sociales, expresó que no hay programa social más efectivo que el empleo formal y bien remunerado y que tanto el sector público como privado deben colaborar en alcanzarlo.
"Estoy convencido de que el motor más potente para un México justo, con desarrollo incluyente y sin pobreza, es la iniciativa privada actuando por medio de la empresa privada en libertad.
"No hay programa social más efectivo que un empleo formal y bien remunerado. En la medida que la inversión privada y la público-privada crezcan, lograremos el crecimiento económico, desarrollo y bienestar que queremos todos", opinó.
Para ello, dijo, son indispensables las empresas que ahorran, invierten, innovan y que producen bienes y servicios.
"México es un país de empresarios. Desde la señora que abre su puesto de comida hasta los grandes corporativos. Después de la familia, la empresa es la institución social más importante y la debemos cuidar.
"La empresa micro, pequeña, mediana y grande, junto con todos sus participantes, son un bien público que nuestras autoridades y leyes deben proteger, valorar y fomentar", destacó.
Destacó que el 90 por ciento de las inversiones provienen del sector privado y que estas son las de mayor recaudación de IVA e ISR.
"Más del 90% de la inversión en este País es privada, menos del 10% es pública. Nosotros, las empresas, somos además los grandes recaudadores del IVA y del ISR con el que funciona el Estado.
"En la medida que nuestra nación tenga más empresas, y les vaya mejor a las que ya existen, tendremos más oportunidades laborales y, con los recursos que contribuyen, más capacidad para que el Gobierno invierta en servicios públicos de calidad y en infraestructura para el bienestar y el desarrollo", concluyó.