San Luis Potosí, SLP.- En la cotidianidad de los parques industriales de San Luis Potosí, donde miles de trabajadores inician y terminan su jornada, un problema ha comenzado a encender alarmas entre cuerpos de emergencia, los vehículos que deberían garantizar un traslado seguro se han convertido en un eslabón débil dentro de la cadena laboral.
El Cuerpo de Bomberos Metropolitanos ha detectado que las unidades utilizadas para mover personal entre empresas y zonas urbanas presentan fallas tan básicas como preocupantes. No se trata de casos excepcionales, sino de un patrón que, según advierten, podría desembocar en una tragedia de gran magnitud si no se actúa a tiempo.
Adolfo Benavente Duque, comandante de la corporación, describió estos camiones como “riesgos itinerantes”, al señalar que en choques o volcaduras los pasajeros suelen quedar sin vías de escape debido a la falta de salidas funcionales, mantenimiento deficiente y ausencia total de protocolos de emergencia.
Los reportes recientes muestran un incremento de incidentes relacionados con estas unidades. Siniestros que, lejos de ser simples percances, se complican por factores como el sobrecupo, operadores sin capacitación especializada y vehículos cuyo estado mecánico deja más dudas que certezas.
“Estamos recibiendo reportes cada semana. Cuando llegamos, el escenario es el mismo, trabajadores atrapados, puertas que no abren, unidades improvisadas para transportar a decenas de personas sin ninguna medida real de seguridad”, describió el mando.
Benavente Duque explicó que incluso un choque menor puede tornarse crítico cuando dentro del vehículo viaja un grupo numeroso sin protección alguna. “La falta de protocolos internos convierte cualquier evento en una emergencia mayor”, señaló.
La corporación pidió a las empresas asumir un papel activo en la revisión de sus sistemas de traslado. Afirmaron que garantizar viajes seguros no es un trámite administrativo, sino una responsabilidad laboral elemental.
También hicieron un llamado directo a los choferes, quienes, dijeron, deben reconocer el peso de su tarea, trasladan vidas, no mercancía. Sin una operación responsable, los accidentes continuarán y las consecuencias recaerán en quienes menos deberían pagarlas, los trabajadores.