Esto, precisó, en lugar de verlo como una amenaza para la creación de empleo y competitividad regional
Estados Unidos debería considerar la revisión del T-MEC en 2026 como una oportunidad para modernizar y fortalecer el acuerdo, consideró Diego Marroquín, investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).
Esto, precisó, en lugar de verlo como una amenaza para la creación de empleo y competitividad regional.
Al participar en un panel en el inicio de las audiencias públicas sobre la revisión del T-MEC organizadas por la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), consideró que si el T-MEC se debilitara o caducara, los costos se sentirían de inmediato.
"Las cadenas de suministro se fracturarían, los fabricantes de los sectores automotriz, aeroespacial, agrícola y de las industrias avanzadas enfrentarían mayores costos y más retrasos, millones de empleos estadounidenses estarían en riesgo. Y competidores como China ganarían terreno en sectores donde América del Norte actualmente lidera", señaló.
Por ello emitió seis recomendaciones para fortalecer a América del Norte, donde EU consolide la creación de empleo y asegure el liderazgo tecnológico, manteniendo al mismo tiempo un comercio justo y recíproco con Canadá y México.
Un T-MEC más sólido y modernizado es la base de una América del Norte sólida que protege a los trabajadores estadounidenses, asegura industrias estratégicas y refuerza el liderazgo de EU en un mundo fragmentado, aseguró.
"Estados Unidos no puede competir globalmente sin una América del Norte fuerte. Y América del Norte no puede ser fuerte sin un T-MEC predecible, ejecutable y alineado con nuestras prioridades estratégicas", señaló.