Los productores reclamaron ajustes en la normativa para evitar ser criminalizados y mantener el derecho de heredar las concesiones de agua
Las resistencia campesina a la Ley de Aguas sumó casi un mes entre innumerables mesas técnicas y de diálogo, bloqueos, amagos y hasta caravanas de tractores que de poco sirvieron para modificar el dictamen que avanzó a las prisas por Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados, por lo que los productores denunciaron una traición.
Los productores, quienes reclamaron ajustes en la normativa para evitar ser criminalizados y mantener el derecho de heredar las concesiones de agua, respondieron al madruguete morenista mostrando músculo con cierres carreteros y una protesta alrededor de la sede legislativa.
Amagaron incluso con organizarse para boicotear el acto masivo que encabezará el próximo sábado la Presidenta Claudia Sheinbaum en el Zócalo para celebrar los siete años en el poder de la llamada Cuarta Transformación.
A las 10:30 horas el proyecto de ley se perfilaba a dictaminarse y discutirse, cuando los ánimos se enardecieron afuera del recinto legislativo, porque los productores se vieron traicionados.
La respuesta agrícola fue volver a la movilización con el cierre del cruce internacional de Ciudad Juárez, mientras el cerco de Zacatecas se mantuvo estoico, en Puebla se plantó un nuevo bloqueo y Guanajuato volvió a la escena.
Un incipiente grupo de agricultores de Puebla, Veracruz y Tlaxcala apareció con tractores. Al son del rugido de sus motores y entre gritos de "¡No a la Ley!", se estacionaron y bloquearon el paso a automóviles.
Baltazar Valdez, líder del Frente Nacional por el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) llamó a la unión y pidió guardar energías para el sábado.
"Fuimos muchos grupos que intentamos llegar a una buena defensa de la Ley y el Congreso nos traicionó. Nos traicionó Morena y nos traicionó el PT. Aquí hay una coyuntura, el próximo sábado hay un evento aquí en la Ciudad de México que necesitamos bloquear para demostrar que la fuerza en este País es de los campesinos y no del Gobierno", lanzó.
La caravana de tractores se mantuvo durante cuatro horas sobre la calle de Emiliano Zapata. En voz del productor veracruzano, José Rosales Rendón, ya vaticinaban quedarse por un mes en la capital para conocer Palacio Nacional.
"Gracias a Dios, traemos unos poquitos de centavitos y viene un camión cargado de comida no perecedera, tortillas, refrigerador, todo, plantas de luz", advirtió.
Al caer la tarde, el movimiento flaqueó: el grupo -dijo su vocero, Miguel Beristain- no llegó a ningún acuerdo y decidió retirarse después de protestar cinco horas en las que durmieron y comieron tacos al pastor.
"La alianza decidió que nos vamos a retirar, porque nos vamos para poder hablar con nuestra gente en secreto. No podemos tomar un extremo, porque hay 32 estados con un contexto diferente en el País", explicó.
"Por la parte de Puebla no estamos diciendo nada, no hay un arreglo; tenemos que hablar con nuestra gente. La gente tiene manejando más de 30 horas, entonces la gente está decidiendo irse a descansar".
Al mismo tiempo, la comisión de productores de Michoacán, Guanajuato, Jalisco y Querétaro arribó a San Lázaro, anticipando que traerían cientos de tractores para manifestarse si la ley no les favorecía.