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Obesidad dispara enfermedades crónicas en el estado

Los niños están mostrando un esfuerzo que los adultos no están acompañando

San Luis Potosí enfrenta un contraste preocupante, mientras la obesidad infantil muestra señales de disminución gracias a nuevas políticas escolares, la población adulta continúa arrastrando hábitos que mantienen al estado entre los primeros lugares del país en enfermedades crónicas asociadas al sobrepeso. Los niños comienzan a mejorar, pero los adultos siguen siendo el foco del problema.

 

Con obesidad, 66.8% de niños y 38.9% de adultos

De acuerdo con la Dirección General de Información de los Servicios Estatales de Salud, el 66.8% de la población infantil potosina está en riesgo de padecer obesidad, lo que coloca a San Luis Potosí en el tercer lugar nacional. Actualmente, 4 mil 469 niñas y niños menores de diez años se encuentran bajo control por sobrepeso u obesidad.

A pesar de estas cifras todavía altas, el panorama infantil muestra una ligera mejoría. El pediatra Juan Francisco Hernández Sierra señala que en 2025 las consultas por obesidad infantil han disminuido alrededor de 5%, lo que refleja que las intervenciones dentro de las escuelas comienzan a dar resultados.

En contraste, la población adulta vive una emergencia mucho más marcada, ya que el 37.3% tiene sobrepeso, y el 38.9% padece obesidad, esto significa que los adultos presentan casi el doble de prevalencia que los niños, lo que no sólo afecta su propia salud, sino que perpetúa un círculo familiar de malos hábitos.

 

Padres siguen saboteando el avance: SEGE

La Secretaría de Educación Pública (SEP) implementó una política de cero tolerancia a la comida chatarra en las escuelas, prohibiendo la venta de papitas, frituras, galletas y bebidas azucaradas en las tienditas escolares. En su lugar, se deben ofrecer alimentos nutritivos como fruta, yogur o preparaciones saludables.

El titular de la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), Juan Carlos Torres Cedillo, afirma que la medida ha sido un éxito dentro del entorno escolar, pues se ha reducido el consumo de alimentos ultraprocesados durante la jornada académica, donde los niños pasan gran parte del día.

Sin embargo, el principal obstáculo no está en los planteles, sino en los hogares, pues reconoce que los padres continúan enviando lonches llenos de papitas, galletas, jugos industriales y comidas ultra procesadas, reforzando hábitos que contradicen la nueva ley. Es decir, los niños están mostrando un esfuerzo que los adultos no están acompañando.

 

Tasas más altas de obesidad en adultos

Las estadísticas lo confirman, los adultos son quienes presentan las tasas más altas de obesidad, y con ello arrastran una serie de enfermedades crónicas que hoy son las más frecuentes en San Luis Potosí: Diabetes mellitus e Hipertensión arterial.

Estas enfermedades no sólo están relacionadas entre sí, sino que son las principales causas de muerte en el estado. Y todas ellas tienen un factor de riesgo en común, la obesidad, especialmente cuando se mantiene durante años sin tratamiento.

 

Niños necesitan que adultos cambien

Si los adultos no cambian, los niños no pueden romper por completo el ciclo. La cultura alimentaria familiar sigue siendo el mayor reto. Aunque la política escolar funcione, el ejemplo en casa sigue dictando el rumbo.

El pediatra Hernández Sierra enfatiza que la obesidad debe atenderse de forma distinta según la edad, pero con principios comunes. Sus recomendaciones clave incluyen:

Para niños: Controlar porciones y evitar ultraprocesados; actividad física diaria, mínima 1 hora; y educación alimentaria desde casa y escuela.

Para adolescentes: Sustituir bebidas azucaradas por agua simple; rutinas de ejercicio más estructuradas; y acompañamiento emocional, pues esta etapa es sensible a trastornos alimentarios.

Para adultos: Reducir consumo de sal, grasas saturadas y azúcares; y revisión médica regular para detectar hipertensión o prediabetes.

 

Cambios permanentes, no “dietas rápidas”

El especialista recalca que la obesidad es una enfermedad crónica, no un problema estético, y si no se corrige, deriva directamente en diabetes, hipertensión y padecimientos cardiovasculares.

La reducción de obesidad infantil es un logro, pero no será sostenible si los adultos continúan ignorando su responsabilidad. El hogar sigue siendo el espacio donde se definen los hábitos que marcarán la salud de los niños en la edad adulta.

San Luis Potosí tiene la oportunidad de romper el ciclo generacional de enfermedades crónicas, pero sólo lo logrará si los padres deciden sumarse a las políticas públicas y asumen cambios reales en su estilo de vida.

 

 

 

 

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