San Luis Potosí, SLP.- La capital potosina enfrenta un rezago significativo en materia de accesibilidad turística. Apenas el 2% de los hoteles del municipio cuenta con habitaciones verdaderamente adaptadas para personas con discapacidad, un porcentaje muy por debajo de las recomendaciones internacionales, que establecen como mínimo entre 3 y 4% de la oferta total.
De acuerdo con la directora de Turismo municipal, Claudia Peralta Antiga, aunque algunas cadenas hoteleras —principalmente corporativos nacionales e internacionales— han comenzado a incorporar mejoras, la infraestructura accesible sigue siendo una tarea pendiente para gran parte del sector local.
Peralta explicó que existen establecimientos que presumen una o dos habitaciones “accesibles”, pero en muchos casos estas no cumplen a cabalidad las especificaciones técnicas requeridas para garantizar movilidad, seguridad y autonomía a las personas usuarias. Esta situación impide que dichos hoteles sean incorporados a guías o certificaciones formales de accesibilidad.
La funcionaria señaló que la Dirección de Turismo ha promovido acercamientos con empresarios para impulsar la adopción de estándares más rigurosos, tanto en inclusión como en adecuaciones físicas y procesos de certificación. Sin embargo, reconoció que aún persiste una brecha importante entre intención e inversión real.
El rezago también ocurre en un contexto donde las plataformas de hospedaje —principalmente Airbnb— han ganado presencia. Mientras la ocupación hotelera promedio en la capital oscila entre 50 y 60%, la ocupación en alojamientos mediante plataformas digitales alcanza niveles cercanos al 60%, reveló Peralta.
Aunque el municipio ha ofrecido capacitaciones al sector turístico formal, la normativa vigente únicamente regula a los hoteles, dejando fuera del marco legal a las plataformas. Este vacío regulatorio ha generado tensiones, pues el gremio hotelero insiste en que la competencia es desleal.
La funcionaria detalló que existen mesas de trabajo con la Asociación de Hoteles y Moteles y el Congreso del Estado para avanzar hacia un esquema normativo que ordene el hospedaje digital, replicando modelos que ya funcionan en otros destinos nacionales e internacionales.
El reto para San Luis Potosí no solo es turístico, sino social. La falta de infraestructura accesible limita la posibilidad de recibir visitantes con discapacidad en condiciones dignas, seguras y equitativas. También coloca al destino en desventaja competitiva frente a ciudades que han avanzado en inclusión como un eje central de su estrategia turística.
Aunque parte del sector hotelero ha mostrado interés en invertir, el avance es lento. Con apenas un 2% de habitaciones accesibles, la ciudad mantiene una brecha que afecta tanto su reputación como su capacidad de atraer a un segmento de viajeros cada vez más relevante a nivel global.