De las 33 marcas de origen chino presentes en el mercado mexicano, solo 11 dan a conocer actualmente sus cifras de ventas al Inegi, entre ellas JAC, MG Motors, BAIC, Changan y JMC
La falta de transparencia sobre cuántos vehículos de marcas provenientes de China se venden en México va más allá de un tema de competencia con el resto de las marcas, pero las armadoras chinas no parecen estar dispuestas a ceder en revelar su información.
De acuerdo con un reporte de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), de las 33 marcas de origen chino presentes en el mercado mexicano, solo 11 dan a conocer actualmente sus cifras de ventas al Inegi, entre ellas JAC, MG Motors, BAIC, Changan y JMC.
Marcas como BYD y Chirey, que son de las que más vehículos ligeros venden, pero no reportan actualmente sus ventas. Chirey, junto con Omoda y Jaecoo, reportó sus ventas únicamente entre el 1 de julio de 2022 al 1 de marzo de 2025.
A decir de Cristina Vázquez Ruiz, Coordinadora de Estudios Económicos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, el tener la información completa permite toma de decisiones más adecuadas y aterrizadas a la realidad por parte de todos los participantes del mercado.
"Por eso continuamos buscando canales para tener comunicación, no solo con Secretaría de Economía, sino también con Inegi y de las dependencias gubernamentales que puedan apoyar tener esta transparencia para el mercado", apuntó.
Para Eric Ramírez, director general de la consultora Urban Science para México y Latinoamérica, la falta de información sobre las ventas de autos chinos en el País genera diversas distorsiones en el mercado.
Sostuvo que otras industrias deben conocer cuántos autos se han vendido por modelo y marca para definir el volumen y las especificaciones requeridas para asegurar un abasto adecuado, pero el desconocerlo afecta desde el sector de las refacciones hasta las aseguradoras.
Una aseguradora, ejemplificó, no puede calcular la siniestralidad de una empresa con información incompleta, como ocurre en el caso de las armadoras chinas.
"Entonces puede asumir que tiene alta siniestralidad y por tanto, incrementar el precio de las pólizas o reducir la siniestralidad y bajar el precio pero corre el riesgo de la incertidumbre", explicó.
Esto además afecta al usuario final de estos automóviles.
Otro ejemplo, dijo, se da a nivel de Gobierno ya que si la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) detecta una falla en un modelo que se importa al País y debe hacer un llamado a revisión, tampoco puede estimar el impacto a la población si no sabe el total de vehículos implicados.
A decir de Pola Grijalva, presidenta de China Chamber México, las armadoras chinas están en la mejor disposición de proveer la información, y consideró que se pueden consultar los registros de las importaciones que se entregan al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Para Ramírez de Urban Science, esos registros son solo una cuarta parte del inicio del ciclo de comercialización de una unidad, pues faltaría la venta y distribución a los minoristas, la venta y entrega al cliente final y la venta de autos usados para los dueños posteriores.
Guillermo Rosales, presidente de AMDA, dijo que no hay avances reales con las armadoras chinas para que revelen su información de ventas, ya que además no existe una ley que las obligue a hacerlo.