Las compras con presencia física retornaron a las tiendas del Valle de Texas en el "Viernes Negro", destacando la presencia de mexicanos en McAllen, que desde anoche cruzaron los puentes internacionales de Reynosa.
Con gran ánimo y expectativas, compradores mexicanos, entre ellos regios, llegaron desde el jueves y no les importó hacer fila toda la noche y madrugada, como Carlos Picaso y su esposa, ambos maestros de profesión en su natal Ciudad Victoria.
Picaso, como muchos mexicanos del interior del país, planearon su viaje a McAllen en pleno "Día de Acción de Gracias" y por la tarde cruzaron los puentes internacionales, sin fila.
"Nomás salimos de clase y nos venimos, como a las tres, pasamos por el puente de Donna (Texas) y no nos tocó fila, ni en la Y griega, creíamos que iban a estar los agricultores bloqueando, pero se acababan de quitar", dijo el profesor Picaso.
Pero por la noche los cruces binacionales se congestionaron al grado de que automovilistas tardaron hasta cuatro horas para llegar a la Aduana americana.
Ya en McAllen, cientos de mexicanos y residentes fronterizos se formaron en las tiendas que ofrecieron ofertas, promociones y descuentos muy atractivos, principalmente en juguetes, televisores y aparatos electrónicos y electrodomésticos.
En algunas tiendas los compradores mexicanos se sorprendieron de que hubiera poco mercancía.
En Target el gerente explicó que los clientes locales hicieron compras en línea desde semanas antes.
Pero la efervescencia por el Viernes Negro se reactivaba y al amanecer de hoy los puentes seguían con largas filas.
