La Presidenta Claudia Sheinbaum dijo ante militares que ser mujer Presidenta "es ponerse al frente en los momentos más difíciles".
Ante mandos y tropa, Gobernadoras, Gobernadores y brigadistas que participaron en las labores de rescate por las lluvias que afectaron a cinco estados, la Mandataria pidió no permitir que se minimice el valor del servicio público en los días de emergencia.
"Nunca permitan que nadie minimice su labor, nunca permitan que se cuestione el valor de su entrega, nunca se sientan menos, ustedes son parte esencial, fundamental de la patria", remarcó a quienes auxiliaron a la población en Hidalgo, Puebla, San Luis Potosí, Querétaro y Veracruz.
Sheinbaum extendió el reconocimiento al General Ricardo Trevilla Trejo, Secretario de la Defensa Nacional, y al Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, Secretario de Marina, por encabezar lo que calificó como un despliegue nacional de solidaridad.
"Vi a soldados cargar sobre sus hombros a niñas, a niños y personas mayores; vi a marinos adentrarse en corrientes peligrosas para rescatar; vi a pilotos de la Fuerza Aérea aterrizar en condiciones difíciles; vi a los camioneros abrir paso donde parecía imposible; vi a brigadas de la CFE trabajar bajo lluvia y viento; vi a servidores de la nación caminar en el lodo para atender al vulnerable", enlistó.
A ese mosaico lo llamó "la grandeza de México", contrapuesto al país de la envidia o la avaricia.
"El verdadero México es el que abraza, el que acompaña, el que ayuda, el México que ante la tragedia responde con amor al prójimo", afirmó.
"Ser mujer Presidenta, en momentos difíciles, es asumir la fraternidad como principio de Gobierno, es comprender que cada decisión lleva consigo un acto de cuidado, un compromiso profundo con la vida y la dignidad de las personas", expresó.
"Ser mujer Presidenta es demostrar que el poder no está en imponer, sino en servir con integridad, con presencia y con corazón. Significa no abandonar a nadie, tener el coraje de sostener a México en los días de dolor y la ternura de ayudarlo a levantarse con esperanza", añadió tras agradecer a los militares y brigadistas por su labor.
Lluvias atípicas de octubre, simultáneas y súbitas, dejaron aisladas a decenas de comunidades en Hidalgo, Veracruz, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí.
La emergencia, que dejó un saldo de al menos 78 muertos y decenas de comunidades incomunicadas, obligó a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) a ejecutar el puente aéreo más grande en la historia del Plan DN-III-E, el cual operó de manera sostenida durante casi un mes para abastecer y rescatar a poblaciones.
La magnitud del desastre obligó a combinar logística aérea masiva, intervención de ingeniería, despliegues simultáneos y centros de mando operando a contrarreloj.
La operación implicó el despliegue de 24 helicópteros y un avión C-295 de ala fija, con más de 774 vuelos, 749 horas de operación y un promedio de 18 vuelos diarios, aunque el 23 de octubre la cifra se disparó a 49 misiones en un solo día.
Estas aeronaves sobrevolaron este jueves en la Base Aérea Militar, ante la Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.