Las negociaciones sobre el nuevo plan de paz para Ucrania se han convertido en un culebrón más propio de la Guerra Fría con filtraciones, escuchas, ultimátum, bulos y dudas sobre la autoría del documento llamado a solucionar el conflicto más grave ocurrido en el continente europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Según informa The Wall Street Journal, todo empezó a mediados de octubre tras la iniciativa en Gaza del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ordenó preparar una hoja de ruta similar para Ucrania.
El enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, y el yerno del presidente, Jared Kushner, se pusieron manos a la obra con el plan de 28 puntos y la prensa asegura que contaron con la colaboración del emisario económico del Kremlin, Kiríl Dmítriev, que viajó expresamente a Miami a finales de octubre, justo después de que Trump aprobara las sanciones contra las mayores petroleras rusas. Dmítriev, quien conoce personalmente a Kushner y participó en las negociaciones de normalización en Arabia Saudí, propuso varios puntos clave como la retirada de las tropas ucranianas del Donbás, la renuncia de Kiev a la OTAN, la reducción del tamaño del ejército ucraniano y la negativa rusa a un cese de las hostilidades. De hecho, cuando se filtró el plan, Witkoff insinuó en las redes sociales que el culpable había sido 'K', en alusión a Kiríl Dmítriev.
A su vuelta, el ruso mantuvo una conversación con el asesor del Kremlin para política internacional, Yuri Ushakov, publicada por Bloomberg, en la que intenta calmar a Ushakov sobre que dicho plan no será en ningún caso presentado como ruso, sino como estadounidense, aunque incluya la postura del Kremlin. "Que ellos lo presenten como suyo. Yo creo que (de todas formas) no cogerá nuestra versión al completo, pero por lo menos será lo más parecida posible", dijo.
Bloomberg también publicó la conversación telefónica mantenida a mediados de octubre por Witkoff y Ushakov, en la que el primero le informa sobre la idea de pergeñar un plan de 20 puntos "como hicimos en Gaza". Además, le aconseja que el presidente ruso, Vladímir Putin, llame a Trump antes de la visita del líder ucraniano, Volodímir Zelenski, y que le felicite por la paz entre Israel y los palestinos, y le llame "hombre de paz". "Puede ser que él (Putin) le diga al presidente Trump: sabes, Steve y Yuri estudiaron un plan de paz muy bueno de 20 puntos y esto puede ser lo que saque la situación del punto muerto", señaló Witkoff, quien dijo respetar "profundamente" a Putin y aseguró "entre nosotros" que para la paz los rusos necesitan Donetsk y el canje de algunos territorios.
El propio Trump, que negó finalmente a Zelenski el suministro de los misiles de crucero Tomahawk, reconoció que Putin le había felicitado durante la conversación telefónica del 16 de octubre. Ushakov se mostró hoy indignado con la filtración de sus conversaciones, mientras que Trump y la Casa Blanca defendieron a Witkoff al asegurar que "es algo habitual".
Las dudas sobre la autoría del plan comenzaron con su filtración por Axios el 18 de noviembre, ya que el documento incluía la mayoría de las exigencias del Kremlin presentadas por Putin a Trump en la cumbre de Alaska, y la prensa y los analistas aseguraron que los documentos habían sido traducidos del ruso al inglés.
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, calificó el plan de "lista de deseos" de los rusos, pero luego replicó en X que "La propuesta de paz fue redactada por Estados Unidos. Se ofrece como un marco sólido para las negociaciones en curso. Está basada en aportaciones de la parte rusa, pero también en aportes previos y continuos de Ucrania". The Wall Street Journal señala que el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Rustem Umérov, también fue invitado a Miami, donde expresó sus inquietudes porque el plan beneficiaba claramente a Rusia. Sea como sea, el secretario del Ejército de EE.UU., Dan Driscoll, amenazó a Kiev con suspender el suministro de armas y el intercambio de datos de inteligencia si no aprobaba el plan.
Putin comentó el 21 de noviembre que el documento en cuestión es, en realidad, "una nueva redacción, de hecho un plan modernizado, ya con 28 puntos", sobre lo hablado por Moscú y Washington. Trump contribuyó a la confusión al asegurar este miércoles que el documento "no es un plan", sino un documento marco que tenía 28 puntos y ahora 22, y afirmó que el ultimátum del Día de Acción de Gracias ya está fuera de la mesa. La Casa Blanca defendió a Witkoff tras filtrarse la conversación en la que supuestamente le dijo a un funcionario ruso que elogiar a Trump ayudaría a suavizar una llamada con Putin para hablar de Ucrania y que sugirió la llamada de Putin a Trump antes de la visita de Zelenski.
En la llamada del 16 de octubre, Putin advirtió a Trump de que el envío de los Tomahawks a Ucrania intensificaría la guerra y perjudicaría las relaciones, y finalmente Putin convenció a su homólogo para que no los entregara, según funcionarios estadounidenses.
Coincidiendo con las filtraciones, el Kremlin confirmó este miércoles que Witkoff visitará Moscú la próxima semana para celebrar consultas sobre un plan de paz para Ucrania y que estará acompañado de "una serie de representantes de la Administración (de Trump) que tienen relación con los asuntos ucranianos". Estos contactos se producen en medio de las conversaciones para alcanzar un plan de paz que se celebraron en Ginebra y Abu Dabi. El Kremlin denunció que quienes piden la destitución de Witkoff buscan torpedear las negociaciones de paz, aunque no observan "nada particularmente alarmante" en las filtraciones de la conversación.
Trump aseguró que Witkoff viajará a Moscú, posiblemente acompañado por su yerno Jared Kushner, y que no recibirá de nuevo a Zelenski en la Casa Blanca a menos que haya un acuerdo sobre la mesa. Trump añadió que su equipo ha logrado "avances significativos" y que el plan original de 28 puntos se ha perfeccionado, quedando solo "algunos puntos de desacuerdo".
Trump había dado de plazo hasta el Día de Acción de Gracias para que Ucrania aceptara el plan de paz negociado. Tras las negociaciones del fin de semana en Ginebra, surgió una nueva propuesta de acuerdo de 19 puntos, más favorable para Kiev, pero Moscú los acusa de intentar "socavar" el proceso de paz.
Kiríl Dmítriev, el intermediario perfecto entre Putin y Trump
El banquero Kiril Dmítriev, el intermediario que facilitó el plan de paz, escribió en X: "Bajo el liderazgo del presidente (Vladímir) Putin y el presidente Trump el mundo se ha convertido hoy en un lugar mucho más seguro. ¡Histórico! ¡Épico!". Dmítriev, actual jefe del fondo soberano ruso, propuso reabrir la puerta a las compañías estadounidenses, llevar a cabo proyectos conjuntos de inversión, reanudar la compra de aviones Boeing y cooperar con Elon Musk, vendiendo optimismo en tiempos de guerra.
Dmítriev, de origen ucraniano, estudió en EEUU, se graduó en Stanford y Harvard, y trabajó en Goldman Sachs. Se instaló en Moscú en 2000, fue nombrado presidente del Fondo de Inversiones Directas y mantiene unas excelentes relaciones con el Kremlin. Debido al deterioro de relaciones con Occidente, se lanzó a la búsqueda de nuevos socios en Oriente Medio, donde tiene una estrecha relación con Mohamed bin Salman. Dirigió el desarrollo de la vacuna rusa, Sputnik V. El Departamento del Tesoro de EEUU levantó provisionalmente las sanciones a Dmítriev para que viajara a Washington y se reuniera con Witkoff.