Millones de familias estadounidenses se preparan para el Día de Acción de Gracias este jueves, pero la celebración se ve ensombrecida por la preocupación ante la subida de precios de los alimentos y la amenaza de una potente tormenta invernal que complicaría el desplazamiento de viajeros.
A pesar de que el tradicional pavo ha registrado un descenso del 2% en su precio este año, el costo total de la canasta de 11 productos esenciales para la cena de Acción de Gracias ha aumentado un 4,1%, según datos de Datasembly. La inflación interanual, que se situó en un 3% el pasado septiembre, ha llevado a muchos consumidores a percibir que "todo está mucho más caro" y que se paga más por menos cantidad de comida, una tendencia que se nota especialmente en especias, productos frescos y caldos. "Todo está mucho más caro que el año pasado, por mucho que lo niegue Trump," asegura Jamie, un comprador en Washington.
"Al final vamos a tener que comernos el pavo sin guarnición," comenta otro residente, Garey, con humor resignado. Ante el encarecimiento de los ingredientes, algunos estadounidenses se inclinan por celebraciones más modestas y menús simplificados, ya que "no nos podemos permitir hacerlo todo tan elaborado y complicado como antes," según Dalia.
El aumento de precios choca con el discurso del presidente Donald Trump, quien niega el impacto de la inflación y ha destacado la rebaja del 25% en una cesta de ingredientes de Acción de Gracias ofrecida por Walmart, la más baja desde 2019. Sin embargo, críticos señalan que el contenido de esta cesta económica, que cuesta menos de 40 dólares, se redujo de 29 a 24 artículos, eliminando productos básicos como cebollas, boniatos y malvaviscos. Una encuesta de CBS indica que el 60% de los estadounidenses cree que Trump presenta la situación económica como "mucho mejor" de lo que perciben los ciudadanos.
A la preocupación por los costos se suma el desafío logístico de los viajes. Las autoridades habían previsto la temporada de viajes más ajetreada en 15 años, con un pronóstico de más de 81 millones de viajeros hasta el próximo lunes.
No obstante, una potente tormenta invernal y fuertes lluvias amenazan con complicar los desplazamientos. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido que las "condiciones de viaje serán desafiantes" debido a fuertes nevadas, vientos y condiciones de ventisca a lo largo de las llanuras del norte, los Grandes Lagos y la costa este. La mañana del miércoles ya registraba al menos 860 vuelos retrasados y cerca de cuarenta cancelaciones en todo el país. En contraste, gran parte del este de Estados Unidos experimentará temperaturas por encima del promedio, aunque se espera un cambio con la llegada de aire polar que llevará las temperaturas al punto de congelación tan lejos como el Panhandle de Florida.
