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Protestas nacionales revelan el abandono al campo y la creciente inseguridad: Iglesia

Son una expresión directa del deterioro social que vive México

Las protestas simultáneas de transportistas y agricultores registradas recientemente en diversos puntos del país son una expresión directa del deterioro social que vive México, advirtió la Iglesia católica en San Luis Potosí. El vocero de la Arquidiócesis, Tomás Cruz Perales, señaló que estas manifestaciones no deben verse como hechos aislados, sino como un llamado urgente para atender la inseguridad, la desigualdad y el abandono histórico al campo.
 
“Las manifestaciones que realizaron los transportistas y agricultores a nivel nacional hablan del reflejo de lo que se vive en el país. En el tema de la inseguridad y del abandono del campo es una injusticia que se comete contra el campesino”, expresó Cruz Perales.
 
El vocero insistió en que las autoridades no pueden mantenerse indiferentes ante el malestar social que hoy impulsa los bloqueos carreteros. “Las autoridades no pueden hacerse sordas y ciegas a la circunstancia que está viviendo el país. Lo que sí no podemos negar es que hay una situación inconcreta que merece atención”, sostuvo.
 
Cruz Perales subrayó que las inconformidades ciudadanas no se limitan al ámbito rural. En San Luis Potosí, los ajustes a las tarifas del agua y del transporte público están impactando directamente el bolsillo de las familias potosinas.
 
Recordó que las quejas por desabasto del vital líquido son constantes, incluso en colonias que llevan semanas con tandeos irregulares y sin soluciones de fondo.
 
A ello se suma el aumento al transporte público, cuyo servicio —señaló— continúa siendo deplorable pese al alza tarifaria. Estas presiones económicas, afirmó, alimentan la frustración social que hoy se manifiesta con mayor fuerza en carretera.
 
Además, Tomás Cruz Perales recordó que la canasta básica continúa encareciéndose, lo que golpea con mayor severidad a las familias de bajos ingresos. “La inflación deja sentir su peso sobre los más necesitados, y esa también es una de las preocupaciones que están detrás de los bloqueos”, puntualizó.
 
La Iglesia católica lamentó que, pese al esfuerzo de miles de familias trabajadoras, persistan profundas desigualdades sociales.
 
“Quien más tiene, más recibe; quien menos posee, cada vez queda más empobrecido”, expresó Cruz Perales, al afirmar que esta disparidad es el origen de muchas de las inconformidades que hoy se observan en las calles.
 
Aseguró que mientras no se atiendan las causas estructurales —inseguridad, abandono del campo, precariedad económica y desigualdad— las manifestaciones seguirán multiplicándose, porque reflejan problemas reales y no simples intereses particulares.
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