San Luis Potosí, SLP.- En el marco del 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, San Luis Potosí llega con una radiografía compleja, por un lado, mayor presencia institucional en el territorio; por el otro, la persistencia de violencias que siguen normalizadas, invisibles y profundamente arraigadas en la vida cotidiana de miles de mujeres potosinas.
La titular de la Instancia de las Mujeres del Gobierno del Estado, Gloria Serrato, informó que actualmente más de 140 profesionistas trabajan en áreas preventivas en 22 municipios, además de operar de forma itinerante en otros, con lo que la cobertura efectiva alcanza 44 de los 59 municipios del estado. A esto se suman dos unidades móviles, una con sede en Tamazunchale y otra en Ciudad Valles, cada una integrada por siete especialistas que llevan atención, orientación y contención a comunidades alejadas.
Aunque la violencia física es la más evidente, no es la más común.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), una de cada tres mujeres en México ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida, pero dicha cifra puede variar debido a que muchas mujeres no identifican a tiempo los distintos tipos de violencia que enfrentan.
En San Luis Potosí, la Instancia de las Mujeres elaboró el estudio “Panorama de las violencias”, el cual revela que las agresiones más frecuentes no son las físicas, sino las emocionales y psicológicas. Son también las más silenciosas, manipulación, control, agresiones verbales, amenazas, humillaciones y conductas que deterioran la autoestima y la autonomía.
“Es la violencia que más reconocen las mujeres potosinas”, explicó Serrato, señalando que esta forma de agresión es la puerta de entrada a violencias más graves.
Debido a su densidad poblacional, la capital potosina acumula el mayor número de carpetas de investigación por violencia contra las mujeres. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado, las colonias con mayores reportes de agresiones son: Arbolitos, El Aguaje, El Saucito, y diversos sectores marginados de la zona norte y poniente de la ciudad.
En estos puntos se reporta principalmente violencia psicológica, física y emocional, lo que coincide con los patrones detectados a nivel estatal.
Actualmente, Matehuala, Tamazunchale y Tamuín continúan bajo Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
Aunque la capital y Soledad de Graciano Sánchez también cuentan con alerta, la titular de la Instancia de las Mujeres señaló que estos municipios ya no se encuentran entre los 50 más violentos del país, un contraste con la situación de hace dos años, cuando San Luis Potosí capital sí figuraba en ese listado.
“Por las acciones que hemos realizado logramos sacarlo de ahí”, sostuvo Serrato.
El estado llega al 25N con una red de apoyo más amplia y mayor presencia institucional, pero también con desafíos profundos, la violencia emocional y psicológica sigue sin ser reportada a tiempo, las agresiones no físicas continúan normalizadas y los municipios con alerta mantienen focos de riesgo.
El reto para San Luis Potosí no sólo es atender la violencia cuando ocurre, sino intervenir antes, identificarla desde sus primeras señales y cerrar las brechas territoriales donde las mujeres —especialmente en zonas marginadas y municipios alejados— siguen enfrentando desigualdad, silencios y miedo.
El 25N recuerda que la violencia no se combate sólo con cifras o patrullas, sino con políticas sostenidas, presencia comunitaria y una transformación social que permita a cada mujer reconocer que cualquier agresión, aunque no deje marca en el cuerpo, es violencia.