San Luis Potosí, SLP.- La Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE) pidió a las áreas de comercio de los municipios intervenir para ordenar la venta de alimentos afuera de las escuelas, luego de que la prohibición de comida chatarra dentro de los planteles generara un efecto contrario, -la instalación de más vendedores ambulantes ofreciendo productos ultraprocesados a los estudiantes.-
Juan Carlos Torres Cedillo, titular de la SEGE, explicó que aunque al interior de las instituciones las cooperativas ya dejaron de vender comida chatarra —con resultados positivos para la salud del alumnado—, la medida ha provocado un incremento de expendios informales en los accesos a los planteles, donde no existe regulación sobre el tipo de productos que se comercializan.
“Ya hicimos la petición. Es complicado tener resultados de un día para otro. Al interior, con las cooperativas, ha sido un éxito para la salud de los alumnos”, señaló el funcionario.
Sin embargo, advirtió que el principal desafío se encuentra fuera de los planteles, donde los municipios tienen la facultad de regular el comercio ambulante. “Hemos solicitado a diferentes municipios que nos apoyen para que, alrededor de las escuelas, donde los comerciantes tienen derecho a vender, nos ayuden a regular el tipo de productos”, agregó.
Además de los vendedores ambulantes, Torres Cedillo reconoció que otro de los grandes obstáculos para erradicar la comida chatarra son los propios padres de familia, quienes continúan enviando a sus hijos con galletas, papas, refrescos o bebidas azucaradas de contrabando dentro de toppers y loncheras.
“Podemos regular las cooperativas, pero no podemos regular a los padres de familia. Hemos batallado porque muchos mantienen los mismos hábitos y es donde más nos cuesta trabajo. Buscamos que con pláticas se sumen y apoyen esta cultura alimentaria”, expresó.
La preocupación de la SEGE se sustenta en datos alarmantes. En 2025, las cifras de obesidad en México continúan siendo altas, con estimaciones que varían ligeramente, pero coinciden en la gravedad del problema. Una cifra reciente indica que alrededor del 37.3% de la población adulta tiene sobrepeso y el 38.9% padece obesidad. Para el caso de la obesidad, las cifras más recientes apuntan a un 36.9% en adultos, mientras que en adolescentes de 12 a 19 años es de 16.7%. La obesidad infantil en México, en el rango de 5 a 11 años, también es preocupante, con casi el 38% de este grupo de edad que padece sobrepeso u obesidad.
Durante más de una década, el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas ha impulsado esta crisis de salud pública, afectando tanto a niños como adolescentes.
Torres Cedillo destacó que dentro de los planteles la regulación ha funcionado: las cooperativas escolares ya no ofrecen productos ultraprocesados y han adoptado menús más saludables. Sin embargo, mientras no exista una coordinación efectiva con los municipios y una mayor participación de los padres, la estrategia seguirá incompleta.
“El objetivo de prohibir la comida chatarra en escuelas es educativo, enseñar a los alumnos a comer mejor”, dijo. No obstante, la invasión de vendedores ambulantes y la resistencia de algunos padres impiden ver resultados más amplios.
La dependencia insistió en que no busca impedir el trabajo de quienes venden afuera de las escuelas, sino regular el tipo de productos que ofrecen, para que estos sean más saludables y no contradigan los esfuerzos implementados dentro de los planteles.
“Tratamos de que estas acciones sean un éxito, pero necesitamos el apoyo de los padres y de los municipios para lograrlo”, concluyó.