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Un grupo de científicos descubren en el Pacífico una criatura jamás vista antes

El zifio de Ginkgo o zifio japonés ha sido un asunto que ha mantenido a numerosos investigadores en vilo durante los últimos años.

En la actualidad, la ciencia ha podido descubrir una gran parte de los seres vivos que habitan en nuestro planeta. Sin embargo, algunos rincones del globo aún se muestran desconocidos a la espera de que la tecnología permita su adecuada y segura exploración. Un ejemplo de ello son las profundidades marinas, donde diversas especies aún se mantienen ocultas al ojo humano. Sin embargo, una de ellas se ha revelado de manera reciente. Se trata del zifio de Ginkgo.
 
También conocido como zifio japonés, se trata de una criatura realmente escurridiza para los investigadores. Muchos de ellos sabían de su existencia debido a las diferentes señales que numerosos ejemplares dejaban de su presencia. No obstante, jamás se había observado ninguno de ellos de primera mano, dejando un ambiente de misticismo a su alrededor.
 
No fue hasta el año 2024 que un equipo de científicos fueron testigos directos de la presencia de estos extraños cetáceos mientras se hallaban a bordo de una embarcación frente a las costas de Baja California, México. El histórico evento fue registrado en la prestigiosa revista científica Marine Mammal Science, arrojando algo de luz a uno de los misterios más perseguidos por la comunidad científica internacional.
 
Especie poco estudiada
Los primeros signos de la existencia del zifio de Ginkgo fueron detectados a través de unas grabaciones realizadas en el Pacífico Norte, las cuales captaron un pulso ecolocalización extraño, al que le dieron el nombre de BW43. Aunque los sonidos parecían surgir de un zifio, los investigadores no conseguían descifrar a qué especie pertenecía de manera exacta.
No fue hasta su observación el pasado año que no se pudieron captar imágenes del desconocido animal, además de obtener ADN de uno de los muchos ejemplares que emergieron discretamente el día del avistamiento. Los análisis posteriores confirmaron que se trataba de esa criatura misteriosa que, hasta el momento, solo se había podido observar en forma de cadáveres varados.
 
Los zifios pasan gran parte de su tiempo vital sumergidos en las profundidades más abruptas del océano. Sus salidas a la superficie acuáticas son escasas y poco notables, evitando su aparición frente a cualquier tipo de movimiento sospechoso para ellos. Su naturaleza los convierte en uno de los mamíferos marinos más complejos de analizar.
 
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