Cuando el cuerpo está cansado, se recupera con descanso, pero cuando a pesar de que eso ha sucedido, el cansancio persiste, entonces, puede ser mental, emocional o energético y hay que implementar otro tipo de descanso. Es muy diferente cuando existe una fuga, una fisura, por la cual la energía se va escapando dejándote drenado(a). ¿Quién o qué te absorbe la energía hoy? Algunas preocupaciones que se albergan en el profundo inconsciente, a las cuales no se les ha dado palabra y, por ende, no están presentes a nivel consiente, pueden estar funcionando como agentes de consumo energético. Tal vez no te dejan dormir profundamente, provocando alguna que otra pesadilla o un sueño inconsistente. Es importante localizar los temas que te quitan el sueño o que no has podido resolver, que siguen sonando en segundo o tercer plano y funcionan como un ruido molesto, que no permite que te relajes y disfrutes del tiempo presente. Entonces, por un lado, puede ser que el cansancio sea mental y discursivo, o sea que se podría resolver al darle voz, buscar soluciones y compartir tu sentir con alguien de confianza, en un vínculo seguro y empático con algún(a) amigo(a), un familiar o en terapia. Por otro lado, puede que tu cansancio en ocasiones sea porque has estado sobreviviendo en un ambiente hostil, en donde tu inconsciente biológico percibe peligro constante y hace entonces un gran esfuerzo por estar de pie, frente a la adversidad o la depredación psíquica, por ejemplo, en una familia que no respeta tus límites, que es invasiva con comentarios insidiosos o imprudentes, en un trabajo en dónde se pelea la atención, el poder o el brillo y hay una lucha de territorio constante, o en una relación afectiva o de pareja en donde no hay consideración, posiblemente existe violencia psicológica, emocional o hasta física. Luchar cansa mucho. Sostener drena. Después de esto, Imagínate cuanto tardas en volver a la calma y a hacerle llegar a tu cuerpo el mensaje de que está a salvo. Si tuviste una discusión o algún ataque energético, malas miradas, chismorreo o cualquier tipo de malevolencia, llegas a casa y no lo digieres del todo, te vas a dormir, das vueltas en la cama y no descansas bien. Y si aumentamos esto día tras día, llega un momento en el que el burned-out llega porque no hay más. Es por esto que es muy necesario elegir concienzudamente nuestros lugares de trabajo, de convivencia, las relaciones familiares que aportan y sobre todo que respetan a tu ser entero. Por otro lado, hacer algo a diario que te disgusta profundamente también cansa a tu Espíritu. Tu Alma quiere nutrirse, aprender, gozar, conectar y a veces hay dos caminos: Uno cambiar la actitud, mientras que se puede lograr estar laborando o estudiando en un lugar que no te hace feliz y verlo como escalón para llegar a realizarte en otro sitio o irte y confiar en la providencia, en que eres capaz de crear el espacio idóneo y el lugar adecuado para desarrollar tu Conciencia y tu vida laboral o estudiantil. También puedes drenarte energéticamente con la constante queja, auto ataque, negatividad, victimismo y con hábitos que te llevan hacia la obscuridad. Recuerda que cambiar de hábito te lleva veintiún días. “Solo por hoy, no me quejo.” “Sólo por hoy no crítico” “Sólo por hoy, no juzgo a los demás.” “Sólo por hoy dejo la negatividad” Y así, en la sucesión de los días. En este caso la fuga energética, depende de ti. Y tú puedes, si quieres. Otra fuga energética que te drena mucho, es el trauma. Las heridas psíquicas, el congelamiento, la constante mirada interna hacia aquello que te lastimó tanto y que no se ha sanado, es una gran fisura por la que se nos va la luz, la energía vital y la alegría de vivir. Es sumamente importante que cada uno de nosotros, revisemos si es que existe alguna situación, que nos haya marcado en la infancia o que nos venga de la transgeneracional, que esté impidiendo que el flujo de la vida pase por nuestro Ser, nos permita mirar hacia adelante y no a vivir atorados en un pasado que dolió mucho, por ejemplo, en un accidente, alguna desgracia, en la violencia, o en la pérdida. Reparar y sanar es imprescindible para conectar con la vida e ir hacia ella y, por lo tanto, no apagarnos. Estar cansado(a) no es lo mismo que estar drenado(a). El cansancio es un aviso de que hay que recuperar energía física, mental, emocional o energética. Estar drenados significa fuga, herida, desarmonía, patología. Si estamos cansados mentalmente podemos dormir, emocionalmente hablar y conectar con alguien en amor, energéticamente, hacer yoga, ejercicio, limpiezas cuánticas. Pero cuando estamos drenados hay que localizar la fuga, esa fisura en nuestro Ser, para con mucho amor, remendar y reconstruir esa ventana del Alma que ha sido destruida. Hay que mirar con amor ese vacío y pedir ayuda. No estás solo(a), nunca lo has estado, ni lo estarás. Deseo que hoy, puedas descansar en la Divina presencia de luz que tú eres y antes de dormir, confíes que el cielo va a ayudarte y a guiarte a saber que es y lo que se siente vivir relajado(a), en belleza y en paz.
Gracias por caminar juntos.
Tu terapeuta
Claudia Guadalupe Martínez Jasso.