Opinión
Acostumbrados al ejercicio pleno de la libre expresión, de las hordas de influencers, youtuber, porta voces de conocimiento cibernético, muchas veces con argumentos erradosenganchan a más de uno.Millones de propuestas de comunicación alternativa y solo seguimos a quien nos “guiña el ojo”, sea para decir barbaridades, con tal de entretener a su público cautivo, total, eso es lo suyo.
La comunicación actual en medios ha dado un giro al pasar del tiempo, los medios tradicionales ahora echan mano de este tipo de herramientas para atraer más público, extendiendo sus redes “informativas” al alcance de cualquier ciudadano del mundo.
El pasado 15 de noviembre, vimos o vivimos el resultado del alcance que tienen estas nuevas formas de comunicación, con un resultado a medias sin estructura ni voces líderes.
La marcha de la Generación Z se convocó en una base de redes sociales bien instrumentada, la digitalización hizo lo suyo, desafortunadamente les dio la vuelta a los jóvenes y se convirtió en la pasarela de personas ajenas al movimiento Z. Este día quedará grabado como el día de la desesperación de la oposición mexicana, quien, por la fuerza de la digitalización, algunos contratados en el extranjero, influyópara intentar tomar palacio nacional, haciendo eco a su narrativa de levantarse ante un gobierno de dictadura, lo hizo precisamente fomentando la violencia, que resultó con la participación del grupo “bloque negro”.
No olvidemos los fondos económicos que utilizó el aspirante presidencial de la ultraderecha, Ricardo Salinas Pliego, para desvirtuar la realidad en sus noticieros y canales concesionados, para continuar con su discurso de perseguido político, cuando todo el mundo sabe que debe 73 mil millones de pesos al fisco mexicano y varios cientos de millones de dólares a los norteamericanos.
Dicho “club” de entes digitales, formalizó una narrativa donde pretendió hacer de casos remotos de malestar ciudadano, como si fuera el sentimiento generalizado del país, por ello, hoy lloran su fracaso que tuvo la convocatoria en sus marchas en 51 estados de la república, no precisamente por la participación en número de asistentes, si no que las causasdel descontento por la violencia, se diluyeron al darle mayor importancia a la misma violencia.
En el caso de la Ciudad de México, sean 17 mil o 20 mil personas, tienen el derecho a la manifestación, a la protesta válida, según su sentir y malestar, pero ante la violencia desatada por el famoso “bloque negro”, existió una decepción generalizada e incredulidad de aceptar quienes fueron los responsables de la violencia desatada. Videos van y vienen, se interpretan en la realidad o con supuestos, según del lado de la historia que nos encontremos.
Uno de los personajes youtuber relacionado con la Generación Z, Edson Andrade Lemus, juro ante Dios y la sociedad, que no tenia nada que ver con partidos políticos, que era blanco y puro, de pronto… siempre hay un video, el jovencito, apoyo abiertamente a Xóchitl Gálvez en su campaña, eso seria lo de menos, Acción Nacional lo contrató desde el mes de febrero, para, obviamente, atacar las políticas de la 4T, del cual obtuvo la nada despreciable suma de 2 millones de pesos. Tan preocupado el joven panista por perder a sus seguidores, que no le quedó de otra que disculparse por su “mal comportamiento”.
La Generación Z sigue en negación, pero lo evidente siempre queda en las pantallas de nuestro celular. Tras las detenciones de los grupos de choque, de manera conjunta Marko Cortes,Alito Moreno y por supuesto, el líder moral Salinas Pliego, el prianismo todo, se volcaron en atender a los detenidos jurídicamente, tramitando amparos para no ser detenidos los del “bloque negro.” ¿Será que entraron en pánico colectivo, por aquello que los “angelitos negros” pudieran soltar la verdad, de quien los contrató?
Tal vez estaremos ante el inicio de la desarticulación de este grupo porril, que se vende al mejor postor y como ahora, tal vez, le tocó pagar al PRI o a la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, quien, en su cuenta de X, alentaba la protesta, al grado que antes de la confrontación había un individuo gritando a los policías “los vamos a matar, estamos armados” y la señora lo justificaba. Siempre hay un “tuit”.
El “bloque negro” hizo su debut en 2012 cuando Peña Nieto tomó protesta, desde movimiento feministas, hasta las manifestaciones del 2 de octubre, desde el sexenio de López Obrador, según datos de la misma secretaría de seguridad pública de CDMX, estos grupos, han hecho en diferentes momentos su aparición destructora e intimidatoria a la población;El año pasado en plenas elecciones presidenciales, 30 apariciones violentas y durante el primer año de Claudia Sheinbaum 28 ocasiones, han destrozado la capital del país. 125 participaciones violentas, el “bloque negro” es una organización internacional “Proyecto Contra el Extremismo” movimiento anarquista que busca la inestabilidad gubernamental, aquí en México, se han reportado células en 14 estados.
Pero parece que aquí en el país, se aprestan al mejor postor. ¿Qué quieren?, ¿Son tan negros que nadie sabe de dónde provienen?, desde Peña, los gobiernos se hacen de la vista gorda para desenmascarar a este grupo de infiltrados en marchas por causas justas.
La segunda es la vencida, los jóvenes Z afirmaron que confrontarían al ejército en el desfile del 20 de noviembre, eso sí es provocación, pero la reflexión es válida, hoy se sabe que cambiaron de ruta para evitar la confrontación, ¡para eso es la política!, la poquísima participación de jóvenes, confirma lo que habíamos dicho, hubo intervención de grupos conservadores ajenos a la marcha del 15 de noviembre.
Ricardo Flores Magón, anhelaba quedesde la sociedad se debe conformar una forma de gobierno participativo y los jóvenes sean la columna vertebral para alcanzar el bienestar de país. “No solo son carne de cañón”, deben ser los que aspiren a una vida con justicia y progreso.
La juventud debe descubrir a quienes deseansu manipulación, no será la primera ni la última,pero también deben reconocer sus derechos y obligaciones con la sociedad, para construir un mundo mejor.
El joven que no protesta, no es joven, el joven que calla, será cómplice por lo quemismo luchan.
Nos saludamos pronto
Oscar Esquivel