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El despertar social es lento, pero se está dando

En entrevista exclusiva con el activista Lupillo González para PLANO INFORMATIVO, el abogado Fernando González y el economista Óscar Ezquivel, coincidieron en que es muy cuestionable el que desde la Presidencia de la República se quiera decidir quién puede y quién no manifestarse, así como la edad de las personas inconformes.

 

Agregaron que con el estallido de violencia que se vivió afuera del Palacio Nacional, logró el propósito general de distraer la atención social de las causas de la marcha, que fueron legítimas, y pusieron en el imaginario social la agenda del vandalismo y la violencia.

 

El abogado Fernando González consideró que “La consigna se notaba en la marcha que aglutinaba un hartazgo general. En la consigna sí se diría, se puede diferenciar que la consigna de esa marcha fue no más impunidad”.

 

Agregó que el estallido de ese “No más impunidad, engloba todo el hartazgo que se está generando desde hace un tiempo para acá. Impunidad en los crímenes, en los asesinatos del día a día, en los crímenes del fuero común que están Impunidad en los altos niveles”.

 

Ambos profesionistas coincidieron, a pesar de sus diferencias de edad, en que en esta protesta “No vimos el fifís contra chairos, no vimos el ellos contra nosotros, no vimos ahora el son jóvenes y están los viejos, no pueden marchar juntos, porque es una de jóvenes”.

 

Señalaron que “No, fue evidente un hartazgo social que aglutina, es una causa que aglutina la no impunidad, aunque es evidente que sí falta un liderazgo, una persona que pueda poner rumbo a todo el movimiento. Sin embargo se cayó en la cuenta de que es lo que están solicitando como jóvenes, porque de alguna forma, si no solicitas, ¿cuáles son tus necesidades como persona de la sociedad?”.

 

Fernando González explicó que “Esta bandera que trae la generación Z, con la calavera y el sombrero, más que un símbolo de revolución o muerte, es un símbolo de despertar, de despertar de una generación que está dándose cuenta y está empezando a increpar en este mundo, en esta marcha, porque justamente es una inercia que es orgánica, no es algo que como se quiso manejar, fuera manipulado, fuera controlado desde una oficina en otros países, no, fue algo orgánico que salió de las calles, que salió de una generación y es un despertar que esta generación está teniendo, que va despacio, sí, pues no es de un día para otro”.

 

 

 

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