Libertad de opinión
QUIEREN DESESTABILIZAR EL PAÍS.
ESTÁN MANIPULANDO A LOS jóvenes.
BASTA DE ACTOS VIOLENTOS.
DEBE HABER CONSECUENCIAS para los violentos que se infiltraron en la marcha.
FUERZAS EXTRANJERAS PODRÍAN estar detrás de las marchas.
LA OPOSICIÓN RADICAL QUIERE sacar provecho.
ESTAS FUERON ALGUNAS DE LAS acusaciones del gobierno en tiempos de Peña Nieto ante marchas masivas que reclamaban por la inseguridad, el gasolinazo y la tragedia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
ME PREGUNTO CUÁNTOS DE quienes entonces marchaban, hoy están en el gobierno, ocupan curules o defienden con uñas y dientes a la 4T. Lo recuerdo porque parece que a más de uno le dio amnesia selectiva.
HOY VEMOS EL MISMO GUION con nuevos protagonistas. El gobierno de Sheinbaum repite los viejos argumentos para desacreditar las movilizaciones y ahora les suma algo inquietante: horas dedicadas a investigar a quienes convocan. Parece que para manifestarte necesitas un visto bueno oficial.
MIENTRAS TANTO, LOS TEMAS DE fondo se diluyen. Y para el gobierno eso es perfecto. La falta de autocrítica es evidente. Se intenta negar un descontento social que está a la vista.
EL GOBIERNO TIENE LA OBLIGACIÓN de atender la inseguridad con seriedad y decisión, no solo enfrentando al crimen organizado, sino también a los servidores públicos involucrados.
DEBE ROMPER CON LA impunidad que carcome al país y frenar los abusos y lujos de quienes prometieron ser distintos. Toca abrirse a un diálogo sincero y sin simulaciones.
Y PARA LA OPOSICIÓN QUE BUSCA lucrar con la protesta, un mensaje simple: quiten sus manos y no contaminen un movimiento auténtico.
YA BASTA DE SIMULACIONES DE ambos lados. Dejen de tapar el sol con un dedo y vayamos a las causas reales, esas que no se pueden enterrar, esas que el país necesita ver atendidas por encima de los intereses de los extremos.