Si nos ponemos a pensar, la violencia que está en todo el país, los egoísmos, la pobreza, descubrimos que es por haber creído que las cosas son Dios
Peregrinación potosina reunió a 7 mil fieles
El pasado 14 de noviembre, la Arquidiócesis de San Luis Potosí acudió, como cada año, a la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, a rendirle homenaje en el 494 aniversario de su aparición en el cerro del Tepeyac, fecha en la que la Virgen María dejó su imagen impresa en la tilma del indio Juan Diego, detalló Monseñor Jorge Alberto Cavazos Arizpe.
El Arzobispo potosino, que encabezó la peregrinación, informó que en este año se logró reunir a más de 7 mil peregrinos, que junto a los 70 sacerdotes de las 60 parroquias de San Luis Potosí, viajaron en 135 autobuses, para visitar a la ‘Morenita’, y él tuvo la oportunidad de oficiar una misa junto al resto de los religiosos potosinos.
Venimos con nuestra mamá santa
Durante la homilía, Monseñor Cavazos Arizpe señaló que desde que se pusieron en camino rumbo a la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, “nos ponemos en manos de Dios, desde allá empezamos a experimentar un gozo y una emoción, porque venimos con nuestra mamá santa, la mamá que siempre nos escucha, nos manifiesta a Cristo el Señor, que nos pide esta casita sagrada que se extiende, que se extiende en todas las situaciones de nuestro país”.
Consideró que “Hay que extender la tienda, pues esa casita sagrada, esa tienda sagrada quiere extenderse hasta tu corazón, hasta tu familia, como a ella la llevamos en el corazón, todos, pues no hay grandes distancias, dicen que la distancia más grande es la de la mente al corazón, fíjense, esa es la más larga, pues ella nos dijo inmediatamente al corazón, ella con esa ternura, con esos ruegos por ti, por todos”.
Agregó que “Con ese acercarse en tu peregrinar de la vida, en todas las cosas, cuando estamos lejos de Dios, cuando hemos pecado, cuando tal vez hayamos renegado de Dios o algo, ella sin embargo va contigo, ella no abandona y muestra que Dios no abandona, más bien busca, pareciera algo, algo que no tuviera sentido”.
La paz, la alegría, la ternura, la salvación nos la da Dios
Cavazos Arizpe puso como ejemplo que “Esta semana estamos viviendo eso de El Buen Fin, verdad, no es propaganda, claro, es el buen fin, el fin de semana, el fin del día, lo tenemos desde Dios, porque la paz, la alegría, la ternura, la salvación no nos la dan las cosas, nos la da Dios hermanos”.
Agregó que “Si nos ponemos a pensar en la violencia que está en todo el país, en los egoísmos, en la pobreza que hay, que es difícil, descubrimos que es por esos egoísmos, es por haber creído que las cosas son Dios, es por haber dejado en un segundo, tercer plano o en último lugar a las cosas de Dios, por eso ella que nos trae a Dios, quiere que estemos en sus manitas santas, que hacen un huequito, ya saben todos eso, verdad, para hacernos ahí su familia y tenernos con Dios, como ustedes que son mamás, papás, como mis queridos hermanos sacerdotes, no quieren que ni una oveja se pierda, por eso ahí está su vida entregada, vamos a darles un aplauso, que bien, porque cuidan a cada fiel, lo quieren, lo ayudan, se cansan por todos sus fieles”.
María Santísima nos quiere tener en sus manitas
Jorge Alberto Cavazos consideró que “María Santísima así a todos nos quiere tener, las mamás lo entienden mejor, ¿Sí o no hace falta esa ternura? Claro que sí, pareciera que la vida con sus ideologías y sus situaciones prácticas pudiera ser todo lo que necesitamos, cuando en realidad el corazón está como parchadito, como triste porque no tiene a Dios, entonces qué hermoso es que ella se acerque a ti, como se acercó con San Juan Diego y lo invitó a confiar en ella”.
Señaló que “Hemos escuchado en los objetivos de los obispos, de nuestro plan diocesano incluso y de tantas diócesis, hemos escuchado bajo la mirada tierna de María Santísima, pareciera que una mirada de una mamá no dice mucho, ¿Pero verdad que sí mamás? Cuánto dice la mirada de una mamá, pues ella con su mirada nos dice que Cristo es nuestra paz, nuestra alegría, que es el camino que debemos tener, que es en quien debemos confiar plenamente, totalmente y así su ternura, sus palabras, su mirada nos acompañan”.
Lleva cada mañana la convicción de su ternura
El Arzobispo potosino dijo desde el púlpito de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, que “Yo te pido a ti, creyente, que todos los días nos llevemos esa convicción, de esa ternura, lo que te pase, lo que te suceda, que experimentes lo que sintió Santa Isabel en el evangelio, que dijo quién soy yo, esto es hermosísimo, llévate esa hermosura cada mañana a los quehaceres, a las situaciones de cualquier tipo que tengas y recuerda que te va mirando, como miraba San Juan Diego y sabía por dónde andaba”.
Agregó que “Ella se aparece como está aquí, para darnos así, inmediatamente el corazón sagrado de Cristo. Qué hermoso es estar aquí, ¿verdad? Que sea de verdad un bonito fin de semana, más que un buen fin, un bonito y hermoso fin de semana, por la ternura de Dios, desde ahí inicia cualquier situación hermosa de la vida, la más difícil que creas que vas a lograr, con esa presencia hermosa tú lo puedes lograr, como San Pablo expresaba, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.