San Luis Potosí, SLP.- En cada edición del Buen Fin, miles de consumidores salen en busca de ofertas, descuentos y oportunidades que —al menos en apariencia— prometen aliviar la economía familiar. Sin embargo, detrás de esta fiesta comercial también se repiten los mismos tropiezos, precios que no se respetan, promociones engañosas y compras impulsivas que terminan en frustración. Y en San Luis Potosí, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ya tiene claro cuáles son las quejas más recurrentes.
El delegado estatal de la dependencia, Alberto Díaz Delgado, confirmó que las principales denuncias durante el Buen Fin son por estafas y fraudes publicitarios, especialmente cuando los comercios se niegan a respetar el precio exhibido. “El año pasado fueron alrededor de 10 quejas por esta causa, y ahí entramos para lograr una conciliación”, explicó.
Aunque cada año los establecimientos lanzan promociones agresivas, no todas son cumplidas. Las grandes cadenas comerciales suelen concentrar la mayoría de las quejas, anuncian ofertas atractivas que después no respetan en caja, o cambian condiciones a último momento.
Profeco insiste en que ningún proveedor puede modificar o negar un precio ya publicado, sin importar si fue en tienda física o en línea.
Además del precio, la autoridad recalca un punto clave, las garantías y las cláusulas. En la emoción del descuento, los consumidores suelen omitir revisar detalles esenciales como devoluciones, tiempos de garantía, cobertura y condiciones de compra.
La Profeco recuerda que, en compras por internet, el artículo 56 de la Ley Federal de Protección al Consumidor otorga hasta cinco días hábiles para devolver el producto, siempre que se respeten las condiciones establecidas. No se trata de comprar por impulso, sino “basarnos en compras con necesidad y no por deseo”, subrayó el delegado.
Para este Buen Fin, la dependencia operará de 9 de la mañana a 9 de la noche en sus oficinas estatales y pondrá a disposición el número 800 468 8722, además de tres módulos en The Park, Plaza San Luis y Plaza El Dorado.
Levantar una queja requiere evidencia, fotografías, tickets, capturas de pantalla o cualquier prueba de que el comercio no respetó el precio o incumplió el servicio prometido.
Cada Buen Fin se repite la misma enseñanza, las compras inteligentes requieren tiempo, información y calma. La Profeco puede conciliar y apoyar —como lo hizo con las 10 quejas resueltas favorablemente el año pasado—, pero el primer filtro siempre debe ser el consumidor.
Revisar las cláusulas, exigir garantías claras y asegurarse de que el precio sea el correcto puede evitar más de un disgusto. Porque en esta temporada, más que cazar ofertas, se trata de proteger el bolsillo.
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