tecnologia

Científicos observan una supernova en pleno proceso de explosión estelar

En un hecho sin precedentes para la astronomía moderna, un grupo internacional de científicos logró observar por primera vez las fases iniciales de una supernova, el violento proceso que marca la muerte de una estrella masiva. El descubrimiento fue posible gracias al Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO), con sede en Chile.
 
Este evento, considerado una de las mayores proezas astronómicas de los últimos años, permitió captar con detalle cómo una estrella —de unas 15 veces la masa del Sol— explotó en una galaxia situada a 22 millones de años luz, en dirección a la constelación de Hydra.
 
Un vistazo al instante exacto de la explosión
 
El fenómeno fue detectado el 10 de abril de 2024, justo cuando el astrofísico Yi Yang, de la Universidad de Tsinghua (China), aterrizaba en San Francisco tras un vuelo intercontinental. Horas después, logró obtener la autorización para apuntar el VLT hacia la galaxia NGC 3621, donde se había producido la explosión.
 
Los astrónomos pudieron observar la supernova apenas 26 horas después de su detección inicial, un tiempo récord que permitió analizar cómo el material interno de la estrella atravesaba su superficie apenas 29 horas después del estallido.
 
Una supernova con forma de aceituna
 
Las imágenes obtenidas revelaron que la explosión no fue esférica, como se pensaba, sino que la estrella adoptó una inusual forma alargada, similar a una aceituna. Esto se debió a que la supernova estaba rodeada por un disco de gas y polvo que distorsionó la expansión del material expulsado.
 
La geometría de la explosión de una supernova proporciona información fundamental sobre la evolución estelar y los procesos físicos que conducen a estos fuegos artificiales cósmicos”, explicó Yi Yang, autor principal del estudio publicado en la revista Science Advances.
 
En lugar de desintegrarse de forma uniforme, la estrella fue empujando material hacia los extremos de su eje, mostrando una asimetría que podría cambiar la comprensión sobre cómo nacen los remanentes estelares como las estrellas de neutrones o los agujeros negros.
 
Una ventana al final de la vida estelar
 
Según el coautor Dietrich Baade, astrofísico del Observatorio Europeo Austral, esta estrella era una supergigante roja de unos 25 millones de años, cuya vida fue relativamente corta en comparación con los más de 4,500 millones de años del Sol.
 
En el momento de su muerte, el astro tenía un diámetro 600 veces mayor que el del Sol. Parte de su masa fue lanzada al espacio, mientras que el núcleo colapsó para formar una estrella de neutrones, uno de los objetos más densos del universo.
 
Un avance histórico para la ciencia
 
El hallazgo representa un avance sin precedentes en la observación de fenómenos cósmicos, ya que hasta ahora los astrónomos solo podían estudiar las supernovas después de ocurridas. Captar el instante mismo de la explosión permitirá comprender mejor los mecanismos físicos que las originan, así como el papel que desempeñan en la formación de elementos pesados y la evolución del universo.
 
“Los mecanismos exactos detrás de las supernovas masivas siguen siendo uno de los grandes misterios de la astrofísica. Este descubrimiento nos acerca un paso más a resolverlo”, concluyó Yang.
 
OTRAS NOTAS