Han pasado 35 años desde que Mi pobre angelito (Home Alone) llegó a las salas de cine para convertirse en una de las películas navideñas más queridas de todos los tiempos. Estrenada el 16 de noviembre de 1990, la cinta dirigida por Chris Columbus y escrita por John Hughes no solo lanzó al estrellato al pequeño Macaulay Culkin, sino que redefinió el espíritu del cine familiar de los años noventa.
La historia de Kevin McCallister, un niño olvidado en casa durante las vacaciones y obligado a defender su hogar de dos torpes ladrones, conquistó al público por su mezcla perfecta de humor, ternura y aventuras. Su éxito fue inmediato: recaudó más de 476 millones de dólares en todo el mundo, convirtiéndose en la comedia más taquillera de su época y en un referente del cine navideño.
A lo largo de tres décadas y media, la película ha trascendido generaciones. Cada diciembre, millones de familias la vuelven a ver como parte de sus tradiciones festivas. Escenas como la de Kevin gritando frente al espejo o las ingeniosas trampas contra los ladrones se han vuelto íconos culturales.
El filme también dio origen a una franquicia con múltiples secuelas, aunque ninguna logró igualar el encanto del original. Hoy, Mi pobre angelito sigue siendo un símbolo de nostalgia y alegría, recordándonos que la magia de la Navidad también puede encontrarse en los momentos más caóticos y divertidos del hogar.
Treinta y cinco años después, Kevin sigue solo en casa… pero acompañado por el cariño eterno del público.