El Gobierno de Rusia ha anunciado que ha prohibido la entrada a 30 ciudadanos japoneses, la mayoría periodistas, después de que Tokio ampliara en septiembre sus sanciones a Moscú por la invasión rusa de Ucrania.
El Ministerio de Exteriores ruso ha explicado a través de un breve comunicado que estas "prohibición permanente" llega "como parte de las medidas de represalia contra las denominadas sanciones impuestas por Tokio" a su país.
La cartera diplomática ha incluido un listado con los nombres y puestos de trabajo de las personas a las que se aplica la medida, entre ellos, trabajadores de periódicos como el 'Nikkei' o el 'Asahi', de la cadena de televisión Fuji y de la agencia de noticias Kiodo.
También ha incluido al portavoz del Ministerio de Exteriores nipón, Toshihiro Kitamura; el presidente de una ONG, profesores de varias universidades del país y el director de una empresa especializada en transporte, según ha indicado a través de su página web.