El actor surcoreano O Yeong-su, conocido por su papel en la serie El Juego del Calamar, fue absuelto por un tribunal de apelaciones que anuló su condena por conducta sexual inapropiada, según informó la agencia de noticias Yonhap.
El Tribunal de Distrito de Suwon revocó el fallo de primera instancia que declaraba culpable al actor, de 81 años, de acoso sexual por un incidente ocurrido en 2017, durante una gira teatral regional, en el que habría abrazado y besado sin consentimiento a una mujer en la mejilla.
El tribunal de apelación reconoció la existencia de ciertos indicios, señalando que la mujer buscó ayuda psicológica por violencia sexual seis meses después del presunto incidente, y que O Yeong-su, se disculpó con ella a petición suya.
Sin embargo, el panel judicial expresó preocupación por la posibilidad de que el recuerdo de la víctima se haya distorsionado con el tiempo, y subrayó la importancia de proteger los derechos del acusado cuando persisten las dudas razonables.
La sentencia original había condenado al histrión a ocho meses de prisión con suspensión de la pena por dos años, mientras que la fiscalía había solicitado un año de prisión tanto en el juicio inicial como en la apelación.
Tras conocerse el veredicto, la presunta víctima emitió un comunicado a través de la organización de derechos de las mujeres Womenlink, en el que manifestó su desacuerdo con la decisión judicial.
"A pesar del fallo de hoy, seguiré diciendo la verdad hasta el final. Esta absolución no invalidará la verdad ni borrará el dolor que he sufrido", expresó.
Por su parte, Womenlink criticó con dureza la resolución, calificándola de "indignante" y asegurando que el fallo "encubre una vez más la violencia sexual en el mundo del teatro", según informó el medio BBC News.
O Yeong-su alcanzó reconocimiento internacional por su interpretación del jugador 001 en El Juego del Calamar, papel que le valió el Globo de Oro a Mejor Actor de Reparto en Televisión en 2022.
Aunque los problemas legales del veterano actor habían ensombrecido su carrera tras su éxito mundial, su defensa confía en que, con la reciente absolución, O Yeong-su pueda retomar su vida profesional sin el peso del proceso judicial.