Detrás del Telón
UNA DE LAS PROMESAS centrales desde hace cuatro años, del alcalde Enrique Galindo Ceballos y de su secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Juan Antonio Villa Gutiérrez, fue apuntalar la seguridad pública y devolver a la ciudadanía la tranquilidad en la capital potosina, un demanda social cada vez más creciente.
SIN EMBARGO, LA EJECUCIÓN de una estrategia visible, clara y coordinada ha sido objeto de críticas constantes, en más de una ocasión se ha advertido la ausencia de esa estrategia y la dificultad de articular acciones conjuntas entre los niveles de gobierno municipal, estatal y federal.
EL PROBLEMA SE AGRAVA CUANDO los hechos de violencia más dramáticos se vuelven cotidianos y lacerantes, lo son aún más con el deficiente desempeño de Villa Gutiérrez que, desde hace varios días se mantiene de viaje en el extranjero sin un motivo real que lo justifique.
LA FALTA DE RESULTADOS, EL desorden y la incapacidad no se pueden subsanar con propaganda y menos con la invención de programas y discursos que sólo caen en la retórica vacía.
EL ASESINATO DE UN ESTUDIANTE de Estomatología de la UASLP, pasante de servicio social en el Departamento de Cirugía Maxilofacial, quien se resistió a un asalto en las afueras de la Zona Universitaria, expone una falla mortal en la prevención y control del delito, el punto más básico y a la vez débil de la esfera municipal.
LA COMUNIDAD NO SOLO universitaria sino la sociedad en general, ya se cansó de mentiras y promesas incumplidas, de poco ha servido para contener la escalada delictiva la adquisición de equipos, patrullas, la videovigilancia y estímulos a la corporación municipal de seguridad.
LAS OMISIONES DE VILLA Gutiérrez no se pueden ubicar en su calidad de foráneo, ni en la curva de aprendizaje, ya ha tenido suficiente tiempo para haber planeado y ejecutado una estrategia de seguridad efectiva, acorde a las condiciones que se presentan en la capital potosina y en los alrededores de las instalaciones universitarias en los días hábiles.
LA FAMILIA DEL ESTUDIANTE universitario asesinado no es la única que está envuelta en el dolor y la impotencia, no son pocas las que sufren por la falta de una política de seguridad municipal.
YA ES TIEMPO DE QUE ESTE nivel de gobierno asuma un compromiso mayor y concreto. Para contener el avance de la delincuencia, es necesario que el secretario Villa Gutiérrez escuche y atienda el clamor popular porque el tiempo se le agota.