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Luto y hartazgo en UASLP: inseguridad acecha a estudiantes dentro y fuera de la institución

El asesinato de un estudiante vuelve a encender las demandas de dignidad y seguridad de los estudiantes

San Luis Potosí, SLP.- La madrugada de este sábado, la comunidad universitaria de San Luis Potosí volvió a estremecerse. Un intento de robo a las afueras de la Facultad de Estomatología terminó con la vida de Jorge, un estudiante de servicio social descrito por sus compañeros como “un joven tranquilo, dedicado y ejemplar”. El hecho ocurrió en las inmediaciones de Zona Universitaria, donde miles de jóvenes transitan diariamente entre el miedo y la indiferencia institucional.

De acuerdo con las primeras versiones, el pasante fue atacado mientras regresaba a su casa, luego de cumplir con su jornada. La Facultad confirmó el deceso y lamentó profundamente el incidente, sin embargo, la indignación entre los estudiantes crece.

“Estamos hartos de vivir con miedo, de que nuestras denuncias no sirvan de nada. No solo fue Jorge, todos los días algo pasa, robos, acoso, hostigamiento y las autoridades no hacen nada”, expresó un alumno de Derecho, quien prefirió mantener el anonimato por temor a represalias.

Hace un par de años, el Ayuntamiento de San Luis Potosí anunció con bombo y platillo la instalación de botones de pánico y cámaras de videovigilancia alrededor de las facultades como parte de una “estrategia de seguridad universitaria”. Hoy, los estudiantes denuncian que la mayoría no funciona o jamás se conectaron al sistema de emergencia.

“Los botones están ahí solo de adorno. Los presionas y nadie llega. Ya hubo asaltos, intentos de secuestro, violaciones, y sigue sin haber presencia policiaca”, comentó una estudiante de Estomatología.

El asesinato de Jorge no es un hecho aislado. La inseguridad dentro y fuera de la UASLP ha escalado en los últimos años, evidenciando una crisis estructural que trasciende la violencia en las calles. Casos de acoso, discriminación y abuso siguen saliendo a la luz sin que existan sanciones ejemplares o medidas de prevención efectivas.

Tan solo en este mes, tres estudiantes fueron señalados por violación dentro de las instalaciones universitarias, un caso que sacudió a la comunidad y exhibió la falta de protocolos eficaces para proteger a las víctimas. Paralelamente, en la Facultad de Ciencias de la Información, una joven denunció haber sido discriminada y hostigada por sus propios compañeros, sin que el caso recibiera una resolución transparente.

“Aquí se protege más la imagen de la institución que la integridad de los estudiantes”, denunció una alumna de Comunicación. “Hay alcohol, drogas, acoso, violencia y todos lo saben. Pero prefieren callar”.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de luto y rabia tras el asesinato del joven pasante. Decenas de estudiantes exigieron a la Fiscalía General del Estado esclarecer el crimen y al gobierno municipal reforzar la seguridad en la zona.

“Queremos estudiar sin miedo. La universidad debería ser un lugar seguro, no un riesgo para nuestras vidas”, se lee en las pancartas digitales que circularon este fin de semana bajo el hashtag #JusticiaParaJorge.

El hartazgo es generalizado. Los jóvenes reclaman que tanto el Ayuntamiento como las autoridades universitarias han respondido con indiferencia y simulación, implementando medidas mediáticas que no resuelven el fondo del problema, la inseguridad estructural que permea desde las calles hasta los pasillos universitarios.

Mientras la UASLP despide a uno de sus mejores estudiantes, la comunidad estudiantil exige acciones concretas, no comunicados ni promesas. La universidad, que debería ser un refugio de conocimiento y crecimiento, se ha convertido en un espacio donde el miedo y la impunidad conviven con la rutina académica.

 
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