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Coppola vende su isla en Belice tras fracaso de Megalópolis

Francis Ford Coppola ha puesto fin a una de sus posesiones más preciadas: una isla privada en Belice, que vendió por 1.8 millones de dólares tras enfrentar severas pérdidas financieras derivadas del fracaso de su más reciente película, Megalópolis.

De acuerdo con el portal Mansion Global, la propiedad -conocida como Coral Caye- se extiende por 2.5 acres y se encuentra a solo 25 minutos en lancha desde tierra firme. Totalmente autosuficiente, cuenta con paneles solares y tanques de agua, y durante casi una década fue arrendada por el ganador del Óscar como refugio personal y espacio de descanso familiar.

"El señor Coppola estaba muy triste por la finalización de su contrato de arrendamiento", explicó Peter McLean, del Grupo Corcoran, a Mansion Global.

"Apreciaba profundamente su tiempo en esta isla paradisíaca; era un lugar muy especial para él".

La venta ocurre en medio de un panorama económico complicado para el legendario cineasta de 85 años, quien invirtió 120 millones de dólares de su propio bolsillo para producir Megalópolis.

El ambicioso proyecto, protagonizado por Adam Driver, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Nathalie Emmanuel y Jon Voight, fue concebido como una obra filosófica sobre la utopía y el colapso social. Sin embargo, tras su estreno en 2024, la cinta apenas recaudó 14.4 millones de dólares en taquilla mundial.

Durante su presentación en el Festival de Cannes, Coppola restó importancia a las pérdidas y habló con serenidad sobre su decisión de financiar la película con sus propios recursos.

"Mis hijos tienen carreras brillantes sin una fortuna. Estamos bien. El dinero no importa. Lo importante son los amigos", declaró entonces.

No obstante, meses más tarde, en una entrevista para el pódcast Tetragrammaton, el director de El Padrino reconoció la gravedad de su situación financiera.

"No tengo dinero porque invertí todo el que pedí prestado en Megalópolis. Lo perdí todo. Tal vez lo recupere en 15 o 20 años, pero ahora mismo no lo tengo".

Esta no es la primera vez que el autor de Apocalypse Now se ve obligado a desprenderse de bienes personales. En meses recientes también habría vendido un reloj FP Journe único, valuado en más de un millón de dólares, para mitigar las pérdidas del filme.

 

 

 

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