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Fiscal por voto popular es un 'Populismo Judicial' que entierra la independencia del MP

Detrás del discurso de “que el pueblo decida quién quiere que lo defienda” se esconde una trampa: la politización total de la justicia penal

San Luis Potosí, SLP.- La nueva propuesta de un legislador de Morena para que el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) sea elegido por voto popular parece, en apariencia, una idea democrática. Sin embargo, detrás del discurso de “que el pueblo decida quién quiere que lo defienda” se esconde una trampa: la politización total de la justicia penal, consideró el exdiputado Juan Francisco Aguilar Hernández, Socio Director de AVK Firma Legal.

"Convertir al Fiscal General en candidato sería el paso final para enterrar la independencia del Ministerio Público. Porque no nos engañemos: quien tiene que perseguir a los poderosos, no puede llegar al cargo gracias a ellos. Y un fiscal que deba hacer campaña, buscar financiamiento y comprometerse con grupos o partidos, sería cualquier cosa menos imparcial", consideró Aguilar Hernández.

El abogado recordó que hace apenas unos años se reformó la Constitución para que la Fiscalía General de la República (FGR) fuera autónoma, precisamente para romper la subordinación al poder político. Ahora, con la propuesta de “que el pueblo elija al fiscal”, se pretende revertir ese logro.

Aguilar Hernández expuso que esta iniciativa confunde participación ciudadana con manipulación electoral, pues los procesos ya son campo fértil para la desinformación y la infiltración del crimen organizado.

"La justicia no es un concurso de popularidad. Un fiscal no debe agradar al público; debe tener el carácter, la preparación y la independencia para incomodar al poder cuando la ley así lo exige. Un proceso penal no se resuelve con aplausos ni votos, sino con pruebas, técnica jurídica y respeto a los derechos humanos."

El especialista apuntó que si en verdad se quiere acercar la justicia al pueblo, existen otras rutas, tales como:

Fortalecer la rendición de cuentas ante el Congreso.

Abrir los procesos de designación con participación ciudadana y escrutinio público, sin convertirlos en contiendas partidistas.

Profesionalizar a ministerios públicos y peritos.

Transparentar las decisiones que afectan la vida y libertad de las personas.

Buscar mecanismos para una verdadera autonomía y evitar que la Fiscalía sea el brazo armado del Poder Ejecutivo.

"Eso sería democratizar el sistema penal. Lo otro, lo de las urnas, es populismo judicial: un espejismo que se vende bien, pero que acabaría contaminando lo poco que queda de independencia en la procuración de justicia", comentó.

Para concluir, advirtió que elegir al Fiscal por voto popular no es un acto de democracia, sino un retroceso histórico, ya que sería entregar la Fiscalía al mejor publicista o al que tenga más respaldo político, no al mejor jurista. Recomendó esperar a ver si da resultado la reforma judicial ya en proceso antes de avanzar con el tema de la Fiscalía.

 

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