San Luis Potosí, SLP.- El vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Tomás Cruz Perales, advirtió que la violencia que azota al país y los recientes hechos —como el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, y el episodio de acoso sufrido por la presidenta de la República— son reflejo de una estrategia de seguridad federal que ha sido insuficiente y que hoy mantiene al país en un estado de vulnerabilidad generalizada.
El sacerdote consideró que la situación nacional “ha rebasado cualquier límite de tolerancia”, y calificó como “miserable” que actores políticos intenten sacar provecho de tragedias como la del edil michoacano, en lugar de exigir una respuesta contundente de las autoridades.
“Tiene que haber una reacción de todas las instituciones, especialmente de los responsables de la seguridad nacional que es el gobierno”, subrayó Cruz Perales, al insistir en que los asesinatos y agresiones contra servidores públicos son consecuencia de una violencia estructural que desde hace años la Iglesia ha venido advirtiendo.
El vocero recordó que en su momento, durante los Diálogos por la Paz, la Iglesia expuso con claridad la gravedad del problema, pero la entonces candidata presidencial —hoy jefa del Ejecutivo— se negó a reconocerlo. “Es una realidad que está brincando a cada momento”, señaló, al insistir en que las instituciones deben actuar con decisión para garantizar la paz.
El religioso lamentó también el incidente reciente en el que la presidenta fue víctima de acoso por parte de un hombre que logró acercarse a ella sin mayores filtros de seguridad. Aun cuando se reportó que el individuo se encontraba en estado de ebriedad, Cruz Perales consideró que el hecho evidencia una peligrosa relajación de los protocolos de resguardo en torno a la figura presidencial.
“El presidente o ahora la presidenta no representa solo a su persona, sino a una institución. Si le ocurre algo, puede desestabilizar al país”, advirtió, y calificó como “irresponsable” la falta de previsión del personal encargado de su protección.
Cruz Perales criticó además la ideología populista que, desde el sexenio anterior, ha llevado a las más altas autoridades a minimizar la importancia de la seguridad personal y colectiva. Recordó que el propio Andrés Manuel López Obrador impuso la práctica de viajar en vuelos comerciales y prescindir de una escolta robusta, exponiendo no solo su integridad, sino la de los ciudadanos a su alrededor.
“Vale la pena que se piense en su seguridad; seamos o no partidarios de su ideología, es la presidenta”, enfatizó.
Finalmente, el vocero de la Iglesia potosina hizo un llamado a los funcionarios que hoy temen por su integridad a no ceder ante el miedo, pero también a exigir condiciones reales de protección. “Todos queremos caminar tranquilamente por las calles y carreteras”, dijo.
Los acontecimientos recientes, afirmó, son un recordatorio de que la violencia no distingue cargos ni ideologías, y de que el país necesita una estrategia de seguridad que funcione en los hechos y no solo en el discurso.