Tras el asesinato del Alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, la noche del sábado, el Cardenal de Guadalajara Francisco Robles Ortega, lamentó que haya sido víctima de la violencia tras dedicarse a procurar la paz en su comunidad.
Manzo fue asesinado en el centro de Uruapan, Michoacán, en un ataque directo mientras se encontraba en un evento para celebrar el Día de Muertos.
El Alcalde había denunciado la violencia relacionada con el narcotráfico y había pedido ayuda al Gobierno Federal para proteger a sus ciudadanos.
"Se trata de un asesinato muy grave, sobre todo de una persona que estaba haciendo un esfuerzo muy grande junto con su comunidad, su Municipio, de pacificar, de despejar la corrupción, de despejar la violencia y es muy triste que él caiga víctima precisamente de la violencia.
"Esto es muy grave porque es un síntoma claro de la descomposición que hay en la sociedad, pero sobre todo en las instituciones que están destinadas a prestarnos garantía y seguridad. Con un acontecimiento como este, el crimen organizado se potencia", declaró Robles.
El Cardenal agregó que mientras exista más impunidad, el crimen organizado se siente más seguro y la ciudadanía más desprotegida.
"Hay líderes que se ofrecen, que proponen, que buscan, que ponen lo que está de su parte, pero se ve a veces una lentitud y un descuido de la autoridad que está puesta para prestarnos garantía y cuidado de nuestras vidas. Entonces es un acontecimiento de lamentar profundamente en México, pero que debe de hacer crecer en nosotros la conciencia de ser agentes de paz", señaló.
Lejos de desanimar a la población, el Cardenal invitó a las personas a siempre demostrar lo mejor de uno mismo para crear un ambiente de convivencia y reconciliación.