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Por qué debes limpiarte las encías a diario para cuidar tu corazón

La sorprendente conexión entre la salud bucal y la salud cardiovascular que debes conocer (y poner en práctica)

Cuando pensamos en cepillarnos los dientes lo hacemos por pura higiene, para evitar caries, para tener dientes más sanos y blancos... pero quizá desconozcas que cuidar las encías a diario no solo mantiene la sonrisa sana, sino que también protege el corazón. Lo que ocurre dentro de la boca podría reflejar lo que ocurre dentro de las arterias, apuntan los científicos. 
 
Estudios recientes muestran que una buena salud gingival puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, demostrando que la conexión entre la boca y el corazón es real y mucho más importante de lo que se creía.
 
No está desconectada del resto de nuestro cuerpo. Es una puerta de entrada a bacterias, toxinas y procesos inflamatorios que, si no se controlan, pueden desencadenar problemas mucho más allá de las encías. Una de las enfermedades más comunes es la periodontitis, una infección crónica que daña los tejidos que sostienen los dientes y que, según el CDC (Centro de Control de las Enfermedades y Prevencion de los Estados Unidos), afecta a 4 de cada 10 adultos mayores de 30 años. 
 
Cuando las encías están inflamadas, sangran con facilidad y los dientes pierden su sujeción poco a poco; pero no solo estamos ante un problema dental. Estamos ante una señal de que el cuerpo está respondiendo a un ataque bacteriano que puede desencadenar inflamación sistémica, afectar los vasos sanguíneos y contribuir al desarrollo de la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias).
 
¿Cómo afecta la inflamación bucal al corazón?
Una boca con encías enfermas es una fuente constante de bacterias y toxinas que pueden introducirse en el torrente sanguíneo a través de pequeños vasos en las encías, lo que activa el sistema inmunológico y desencadena una respuesta inflamatoria generalizada. Y no se circunscribe a nuestra boca exclusivamente. Circula por todo el cuerpo y afecta especialmente al endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos que cuando no puede dilatarse correctamente, favorece la acumulación de placa en las arterias y aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
 
Así lo demostró un estudio publicado en la revista European Heart Journal que concluyó que las personas con periodontitis severa presentaban mayor engrosamiento de las arterias carótidas, un marcador temprano de daño cardiovascular.
 
Las pruebas
En un ensayo clínico aleatorizado realizado en Londres, 135 adultos con periodontitis fueron divididos en dos grupos; uno recibió limpieza dental estándar (raspado superficial) y el otro, un tratamiento periodontal intensivo que incluía limpieza profunda bajo la línea de las encías, raspado completo y terapia correctiva.
Durante dos años, los investigadores midieron el grosor de las arterias carótidas (usando ultrasonido), el comportamiento de los vasos sanguíneos (mediante pruebas de dilatación) y los niveles de proteínas inflamatorias en sangre. Los resultados fueron claros: el grupo que recibió tratamiento intensivo mostró arterias más delgadas (menos envejecidas), mejor función vascular y menores niveles de inflamación.
 
Las encías nos hablan
La periodontitis no es algo que aparezca de la noche a la mañana. Comienza como una gingivitis (inflamación leve de las encías) y va empeorando si no se trata. Entre las señales de advertencia más comunes se encuentran encías que sangran con el cepillado, inflamación o enrojecimiento persistente, mal aliento crónico (halitosis) o dolor al masticar. Y es que incluso el mal aliento podría indicar una infección gingival que está liberando toxinas capaces de dañar las arterias. 
 
No solo es importante cepillarse los dientes, sino también la higiene interdental: usar diariamente el hilo dental, cepillos interdentales o irrigadores bucales para eliminar la placa donde el cepillo no llega y visitar regularmente al dentista. Tener unas encías más sanas conduce a menos inflamación y menor riesgo cardiovascular.
 
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