Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró que su gobierno no revertirá el decreto que trasladó las operaciones de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), transportistas y autoridades locales han encendido las alertas por un aumento de robos en las rutas de acceso al nuevo aeropuerto.
Puntos críticos de inseguridad
De acuerdo con reportes de operadores y autoridades municipales, los asaltos a camiones de carga se concentran principalmente en la autopista México–Pachuca (carreteras 85 y 85D), así como en las conexiones con el Circuito Exterior Mexiquense (CEM).
Los incidentes ocurren con mayor frecuencia durante las madrugadas y primeras horas del día, cuando los vehículos que se dirigen o salen del AIFA transportan mercancías de alto valor.
Transportistas denuncian que en varios tramos de esas carreteras no hay presencia constante de la Guardia Nacional ni vigilancia estatal, lo que ha permitido que grupos delictivos actúen con rapidez para interceptar unidades.
“El problema no es el AIFA, es llegar y salir de él. Las vías de acceso no son seguras y muchos operadores temen hacer entregas nocturnas”, comentó un representante de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
“El decreto se mantiene”, afirma Sheinbaum
Pese a las quejas del sector logístico y a la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) de suspender parcialmente rutas y operaciones aéreas con México, la presidenta Sheinbaum insistió en que no revertirá el decreto que trasladó la carga aérea al AIFA.
“El decreto se mantiene. No se trata de castigar a nadie, sino de garantizar orden, seguridad y eficiencia. El AIFA fue construido para eso”, declaró en su conferencia matutina.
El gobierno federal argumenta que la medida busca reducir la saturación del AICM y aprovechar la infraestructura moderna del AIFA, aunque empresarios y analistas señalan que el costo logístico y la inseguridad vial son los principales obstáculos para su consolidación.
Tensión con Estados Unidos
El Departamento de Transporte estadounidense justificó su sanción al señalar que el traslado forzoso de operaciones de carga “distorsiona la competencia y genera obstáculos comerciales”.
Sheinbaum respondió que México mantendrá el diálogo diplomático, pero que las decisiones sobre su infraestructura aérea son “asuntos de soberanía nacional”.
Demandas del sector
Organizaciones de transporte y logística han solicitado que el gobierno federal implemente operativos permanentes de seguridad en las rutas de acceso al AIFA, especialmente en el tramo Ecatepec–Tecámac–Zumpango, considerado uno de los más peligrosos.
Además, piden incentivos fiscales y facilidades aduanales para compensar los costos derivados del cambio de sede.
En resumen
La inseguridad en las vías y el impacto económico del traslado de carga al AIFA se han convertido en los principales retos de la política aeroportuaria actual. Mientras el gobierno federal mantiene su postura, operadores y empresarios advierten que sin seguridad, la conectividad del AIFA seguirá siendo un desafío logístico y financiero.