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'Volver al futuro' regresa a cines 40 años después

Resulta inevitable que una generación termine imponiendo nostalgia de la época de su juventud, porque es un periodo que se endulza inevitablemente por la efervescencias de estímulos por las hormonas y la ausencia de responsabilidades. A todos nos toca el momento donde creemos que vivíamos mejor antes que ahora, porque en parte de ilusiones también se vive, y esa nostalgia acaba explotada en algún momento.
 
La nostalgia por la década de los ochenta ha sido especialmente notoria gracias a como ha ido infiltrándose en la cultura pop orientada a jóvenes, con ‘Stranger Things’ de ejemplo mayúsculo e increíblemente exagerado. Extrañamente, ni siquiera eso resulta un fenómeno nuevo, porque mirar cándidamente décadas anteriores ya lo hizo a lo grande ‘Regreso al futuro’.
 
Conduciendo al pasado
 
Con un descaro puramente cómico y también aventurero marca de la casa de Robert Zemeckis y Bob Gale, este blockbuster alucinante cumple ya 40 años de su estreno y lo celebra con un reestreno en salas de cine. Una buena oportunidad de volver a pasarlo en grande de la mano de Michael J. Fox y Christopher Lloyd.
 
Puesto en duda por profesores y hasta por sus propios padres, el joven Marty McFly sólo encuentra comprensión por parte de un loco científico del pueblo de Hill Valley. Cuando Doc le muestra su última invención, una máquina del tiempo que se encuentra en un Delorean, Marty viajará al pasado donde sus padres tenían la misma edad que él, teniendo que encontrar la manera de volver a su época sin que nada se altere.
 
Zemeckis volvió la revisión del pasado no sólo una gran forma de entretenimiento, sino también fórmula de prestigio posteriormente con ‘Forrest Gump’. Pero de la mano de su co-guionista Bob Gale al menos fue capaz de hacerlo divertido, tal y como hicieron en su estreno donde exploraron la beatlemania, asentando algunas las bases que luego hacen de este un espectáculo completo.
 
‘Regreso al futuro’: enredos en el tiempo
 
Los choques generacionales entre padres e hijos se revuelven aquí en un imaginativo caso de ponerte en el lugar de otro, empleando enredos y tejemanejes entre explicaciones de “lógica” de viajes en el tiempo. Todo está articulado por la comedia que todavía era el eje del cine de Zemeckis, aunque aquí ya empieza a despegar ese talento artesano de los efectos especiales que ha hecho tanto por llevarlos a otro nivel como por volverlos espantosos.
 
La película se zambulle en los clichés y estética de los años cincuenta de manera que ahora se ha replicado, solo que con los años ochenta. Se podría decir que ‘Regreso al futuro’ tiene más carisma para ello, pero la realidad es que lo que tiene son chistes y buen despliegue físico de un Fox estelar. De esa manera consigue sostenerse de forma poco cuestionable una historia entrelazada entre varios disparates e invenciones que, en el fondo, son parte de su encanto.
 
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