Los fabricantes de automóviles globales se preparan nuevamente para posibles interrupciones en la producción debido a una potencial escasez de chips semiconductores para la industria automotriz, provocada por el gobierno neerlandés en medio de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, destacó CNBC.
Honda Motor se convirtió esta semana en el primer fabricante de automóviles conocido en reducir su producción debido al problema con los chips del proveedor neerlandés Nexperia, propiedad de la empresa china Wingtech Technology Co.
CNBC señaló que la industria tenía la esperanza de que la reunión de esta semana entre el presidente Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en Asia brindara cierto alivio, pero aún no se ha anunciado ninguna solución al problema de los chips.
Según informes, Volkswagen declaró que tiene al menos hasta la próxima semana antes de que sus suministros afecten la producción, mientras que otros importantes fabricantes de automóviles han afirmado que están monitoreando la situación las 24 horas, intentando mitigar las interrupciones.
"Con respecto a la situación de los chips de Nexperia, tenemos un 'centro de operaciones' multifuncional en el edificio donde me encuentro, cuya principal función es esta", declaró el CEO de Stellantis, Antonio Filosa.
Estas "salas de crisis" se han convertido en una práctica habitual en la industria automotriz ante las interrupciones en la cadena de suministro, que se han vuelto más frecuentes desde que la pandemia de Covid-19 afectó la producción y las entregas de muchas piezas, incluidos los chips, a partir de 2020.
Varias fuentes internas de la industria automotriz confirmaron a CNBC que han establecido salas de crisis en sus empresas, mientras buscan métodos de compra alternativos. Estos incluyen trabajar con los principales proveedores para intentar encontrar fuentes alternativas, así como comprar en el mercado abierto.
"Los proveedores de toda la industria automotriz están trabajando para comprender los posibles efectos en la producción y la continuidad del suministro", declaró MEMA, la mayor asociación de proveedores de vehículos de EU, en un comunicado.
"Los chips y diodos son fundamentales para los componentes y sistemas automotrices, desde los sistemas de infoentretenimiento hasta las manijas de las puertas, pasando por la dirección y el frenado. Incluso la ausencia de un solo diodo o chip puede interrumpir la fabricación de vehículos".
La situación de Nexperia comenzó a finales del mes pasado, cuando el gobierno neerlandés tomó el control de la empresa, en una medida considerada muy inusual, supuestamente después de que EU expresara preocupaciones de seguridad.
Al tomar la decisión, el gobierno neerlandés citó el temor de que la tecnología de la empresa -especializada en la producción en masa de chips utilizados en la industria automotriz, la electrónica de consumo y otros sectores- "no estuviera disponible en caso de emergencia".
China respondió bloqueando las exportaciones de los productos terminados de la empresa, lo que generó alarma en la industria automotriz europea.
Los fabricantes de automóviles alemanes son especialmente vulnerables a las interrupciones relacionadas con Nexperia, ya que dependen en gran medida de grandes proveedores nacionales, conocidos como proveedores de primer nivel (Tier 1), y de empresas e instalaciones de producción locales, como Nexperia, a pesar de que gran parte de su fabricación se ha trasladado a China.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) declaró esta semana que los fabricantes de automóviles estaban a punto de cerrar líneas de producción debido a la escasez de chips, que se produce cuatro años después de la escasez de componentes similares durante la pandemia de coronavirus.
Los chips afectados son semiconductores tradicionales utilizados en funciones básicas de los vehículos, como los limpiaparabrisas y los elevalunas eléctricos; componentes que carecen de suficientes fuentes alternativas, según S&P Global Mobility.
Los recortes de producción de Honda afectan a todas sus principales plantas en Norteamérica, incluyendo las grandes plantas de ensamblaje de vehículos y las instalaciones de apoyo en Estados Unidos, Canadá y México.
Se prevé que los efectos se extiendan a otros fabricantes de automóviles si no se encuentra una solución.
"Esta es una situación inducida políticamente lo que significa que la solución a esto, o la resolución a esto, reside en el espacio político, principalmente entre Estados Unidos y China, en este caso, con Europa atrapada en medio", dijo el miércoles el director ejecutivo de Mercedes-Benz, Ola Källenius.