Reunida con congresistas californianos, la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, condenó el clima de persecución que resienten los miles de paisanos que viven en Los Ángeles.
Castillo inauguró los trabajos del Encuentro Legislativo México-California: Comercio Transfronterizo, donde salieron a relucir testimonios crudos del acoso que sufren los mexicanos residentes en esa ciudad.
Después de recordar que en Los Ángeles uno de cada tres habitantes es de origen mexicano, la senadora expresó su "más enérgica condena a los actos de acoso y persecución que han sufrido nuestros paisanos en recientes operativos migratorios".
A tono con el discurso de la Presidenta Claudia Sheinbaum, afirmó que México "defenderá siempre la dignidad y los derechos de su gente, donde quiera que se encuentre".
Ante una decena de congresistas californianos, la legisladora consideró que la defensa de la dignidad debe "construirse con el diálogo y la cooperación institucional".
La congresista Blanca Pacheco denunció que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos buscan por "su aspecto de mexicanos", en las zonas más concurridas, a paisanos para detenerlos y deportarlos.
En ese sentido, dijo que es muy necesario acercar abogados para defenderlos en caso de que sean detenidos para que eviten la deportación.
David Álvarez, presidente del Comité de Asuntos Binacionales México-California, afirmó que "las redadas están destruyendo nuestras comunidades, y lo estamos viviendo todos".
De cara a la negociación del T-MEC, el congresista advirtió que si ese instrumento no prevalece, California perdería su calidad de potencia económica.
"México es nuestro aliado y sin México no seríamos la cuarta potencia económica más grande del mundo. (...) El valor agregado de los migrantes a la economía de California no se puede medir. Y si el T-MEC no funciona y no hacemos lo que tenemos que hacer para mejorarlo, nuestra potencia, como economía cuarta más grande del mundo, va a sufrir", previno.
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