El más reciente avistamiento ocurrió en las instalaciones de un autolavado ubicado en la zona noreste de la cabecera municipal.
Aunque comúnmente se les llama “jabalíes”, los especialistas aclaran que en realidad se trata de pecaríes de collar (Pecari tajacu), una especie nativa del continente americano y muy diferente al jabalí europeo (Sus scrofa), introducido en otras regiones del mundo. Los pecaríes habitan en zonas semiáridas y boscosas, pero la pérdida de hábitat y la escasez de alimento los han llevado a acercarse cada vez más a las zonas habitadas.
El más reciente avistamiento ocurrió en las instalaciones de un autolavado ubicado en la zona noreste de la cabecera municipal. Vecinos grabaron el momento en que dos ejemplares deambulaban por el lugar, aparentemente en busca de comida.
Autoridades ambientales han reiterado que no se debe intentar capturarlos ni alimentarlos, ya que son animales silvestres y pueden reaccionar de forma agresiva si se sienten acorralados. Además, recordaron que la caza o captura de pecaríes está regulada por la Ley General de Vida Silvestre, por lo que su manejo debe quedar en manos de personal capacitado.
Los reportes de avistamientos continuarán siendo monitoreados por las autoridades locales, mientras la población es exhortada a mantener la calma y reportar cualquier presencia de fauna silvestre al número de emergencias 911 o a la oficina regional de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (SEGAM).