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Putin presume su misil nuclear, Burevéstnik

El reciente lanzamiento de prueba del misil de crucero de largo alcance y propulsión nuclear Burevéstnik busca garantizar la seguridad de Rusia ante el militarismo europeo

El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una prueba final exitosa de un misil de crucero con propulsión nuclear, el Burevestnik, y elogió esta arma "única". "Las pruebas decisivas concluyeron", declaró Putin en un video difundido por el Kremlin durante una reunión con altos mandos militares, en la que ordenó comenzar a "preparar las infraestructuras para poner en servicio este armamento en las fuerzas armadas" rusas.
 
El jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerasimov, informó a Putin de que el misil "recorrió una distancia de 14.000 kilómetros, y ese no es su límite", durante casi 15 horas de vuelo el pasado 21 de octubre, informó el ministerio de Defensa en su canal de Telegram. "Durante su vuelo el misil completó todas las maniobras verticales y horizontales. Y, de esa forma, demostró sus grandes posibilidades a la hora de eludir los sistemas antiaéreos y antimisiles", añadió.
 
El general destacó que "las características técnicas del Burevestnik permiten su empleo con precisión garantizada contra objetivos altamente defendidos a cualquier distancia". Al respecto, Putin destacó que se trata de "una pieza de armamento única que nadie más tiene en el mundo" y recordó que especialistas del máximo nivel pronosticaron en su momento que dicho proyecto era "irrealizable".
 
PRUEBA GARANTIZA SEGURIDAD DE RUSIA
 
El Kremlin aseguró que el reciente lanzamiento de prueba del misil de crucero de largo alcance y propulsión nuclear Burevéstnik busca garantizar la seguridad de Rusia ante el militarismo europeo.
 
"Aquí no hay nada que pueda o deba tensionar las relaciones entre Moscú y Washington (...) Garantizar la seguridad de Rusia es una cuestión de importancia vital, especialmente en el marco del ánimo militarista que ahora escuchamos principalmente de los europeos", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.
 
Peskov añadió que "los europeos efectivamente se encuentran en un estado de histeria, rusofobia, agresividad y belicosidad interior".
 
Por supuesto, "en estas condiciones, Rusia debe hacer todo lo posible para ser capaz de garantizar su propia seguridad".
 
"Rusia se dedica de manera consecuente a garantizar su propia seguridad. Es en el marco de esa misión que se desarrollan nuevos equipos de armamento, al igual que el sistema anunciado", argumentó.
 
El portavoz insistió en que el ensayo con el Burevéstnik no puede provocar un deterioro en unas relaciones con EE.UU. que sólo ahora empiezan a restablecerse.
 
"Este proceso se complica por las medidas tomadas contra nosotros (...) Pero, de todas formas, nosotros partiendo de nuestros propios intereses seguimos abiertos al diálogo", dijo, en alusión a las primeras sanciones aprobadas por Trump contra Rusia.
 
TRUMP REACCIONA
 
El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este lunes que el ensayo no es "apropiado", y pidió al líder ruso, Vladímir Putin, que se centre en poner fin a la guerra en Ucrania.
 
"No creo que sea apropiado. Una guerra que debería haber durado una semana ya casi cumple cuatro años. Esto es lo que debería hacer (Putin), en lugar de probar misiles", dijo.
 
Preguntado sobre si Estados Unidos se plantea imponer nuevas sanciones tras las adoptadas contra las dos mayores petroleras rusas, Lukoil y Rosneft, el líder estadounidense respondió: "Ya lo descubriréis".
 
Los comentarios de Trump se producen horas después de que Moscú anunciara el test exitoso de un Burevéstnik, que según el Estado Mayor del Ejército ruso, recorrió 14.000 kilómetros durante casi 15 horas de vuelo el pasado día 21.
 
"Saben que tenemos un submarino nuclear, el mejor del mundo, justo frente a sus costas. Así que, bueno, no tiene que recorrer 8.000 millas (unos 12.800 kilómetros)", insistió el jefe de la Casa Blanca.
 
Rusia decidió proceder a desarrollar esos misiles cuando Estados Unidos abandonó en 2001 el tratado antimisiles, suscrito por Moscú y Washington en plena Guerra Fría (1972), para crear su propio escudo antimisiles.
 
Putin dirigió esta semana maniobras de las fuerzas nucleares rusas por tierra, mar y aire justo después de la cancelación de la cumbre de Budapest con su colega de EE.UU., debido a la negativa de Moscú a cesar las hostilidades en Ucrania.
 
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