Rioverde, SLP.- El Día de Muertos es una tradición ancestral que se mantiene viva en México; sin embargo, en los últimos años ha crecido una práctica especial: los altares dedicados a las mascotas que ya no están con nosotros, pero que, según la creencia, regresan espiritualmente a visitarnos.
Mary Mancilla, rescatista independiente, se prepara cada año con dedicación para montar un altar lleno de amor en memoria de los “peluditos” que se adelantaron en el camino. La ofrenda incluye flores de cempasúchil, agua, croquetas, juguetes, fotografías, veladoras y recuerdos personales, todo dispuesto con cariño para recibir a los fieles compañeros.
Cada uno de los perros que Mary ha rescatado a lo largo de los años tiene un espacio especial en el altar. Además, muchas personas le hacen llegar fotografías de sus mascotas para que también sean recordadas en esta emotiva ofrenda, que honra la vida, la lealtad y el amor incondicional de estos seres.
De acuerdo con la tradición, a las 00:00 horas del 27 de octubre los caninos cruzan el arcoíris para reencontrarse con sus dueños. Así que, si siente una presencia cerca, no se asuste: quizá su amigo fiel ha regresado, moviendo la cola de felicidad por volver a verlo.
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