El Gobierno israelí informó este domingo al Tribunal Supremo que reexaminará el veto impuesto en octubre de 2023 a la entrada independiente de la prensa internacional e israelí a la Franja de Gaza, el cual sigue manteniendo más de dos años después y pese al alto el fuego.
"El Estado anunció su intención de reexaminar su política sobre la entrada de periodistas a la Franja de Gaza, a la luz de la nueva situación creada tras el acuerdo (de alto el fuego) de octubre", recoge el anuncio de esta Corte al que ha tenido acceso EFE.
En el texto, el Gobierno de Benjamín Netanyahu asegura que, mientras reexamina su política actual sobre las coberturas periodísticas en Gaza, "se renovará la posibilidad" en los próximos días de 'tours' empotrados junto al Ejército israelí hasta la "línea amarilla"; el punto al que se han replegado las tropas y donde no hay población gazatí.
El pasado jueves 23 el Supremo aplazó de nuevo, por otros treinta días, dictaminar sobre una última apelación de la Asociación de la Prensa Extranjera (FPA, por sus siglas en inglés) para que los periodistas puedan ejercer y entrar a Gaza.
El Supremo israelí ya denegó en 2024 otra petición de la FPA sobre el mismo asunto, dictaminando que las restricciones estaban justificadas por motivos de seguridad. El Tribunal afirmó en ese momento que permitir el ingreso de periodistas a Gaza podría revelar detalles operativos del Ejército, incluida la ubicación de las tropas y presuntamente poner en peligro a los soldados.
La FPA ahora se acoge a la llegada del alto el fuego en el enclave palestino -el pasado 10 de octubre- para reivindicar la entrada de forma libre e independiente.
En estos más de dos años, Israel solo ha permitido la entrada puntual a Gaza de periodistas empotrados con el Ejército, además de asesinar de forma sistemática a más de 200 informadores y periodistas gazatíes, como han denunciado sindicatos y organizaciones en todo el mundo.