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La crisis del PAN

Disputas internas, victorias anticipadas y la incapacidad de gestionar la sucesión desmoronaron el proyecto panista en 2006

El Partido Acción Nacional (PAN) atraviesa una crisis profunda marcada por la ausencia de liderazgo nacional, parte de una militancia que se reduce significativamente y ciudadanos no solo desencantados, sino decepcionados. En San Luis Potosí no es la excepción, el PAN está muy lejos de ser una oposición en la entidad, y a pesar de que ha intentado mostrar unidad, continúan las divisiones internas con fracturas que podrían pasarle factura al partido en la próxima elección; con el riesgo incluso de perder aún más espacios, militantes e inclusive el registro como partido político.

 

PAN, su cúspide

En San Luis Potosí, el PAN alcanzó su cúspide en 2003 al llevar a Marcelo de los Santos Fraga a la gubernatura del estado, con 275 mil 942 votos, el 42.8% de la elección, con ello, en la LVIII Legislatura del Congreso del Estado, por primera vez el PAN fue la mayoría al obtener 15 curules, además de una buena cantidad de municipios gobernados.

 

Declive panista

El declive comenzó en 2006, con la gubernatura panista a mitad de periodo; comenzaron las disputas internas, victorias que se daban por seguras y la incapacidad de gestionar la sucesión desmoronaron el proyecto panista; el resultado, en las elecciones estatales de 2009 el PAN perdió la gubernatura con Fernando Toranzo Fernández, ya que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) obtuvo 435 mil 628 votos, el 45.38%, mientras que Alejandro Zapata Perogordo obtuvo 402 mil 442 votos, el 41.92%.

En ese sexenio el PAN comenzó a perder espacios, para la LIX Legislatura bajó su poderío pues únicamente consiguió 10 curules; mientras que en la siguiente el PAN cayó a solo seis curules; municipios gobernados se mantenía entre 13 y 14 municipios. Desde entonces el PAN no vuelve a gobernar el estado potosino.

A pesar de ello, el PAN recuperó la alcaldía capitalina en 2018 y confirmaron permanencia en las elecciones de 2021 y 2024, aunque con candidatos que no eran de extracción panista pues en 2018 Xavier Nava Palacios, un candidato externo; mientras que para el 2021 y 2024 Enrique Galindo Ceballos ganó siendo de extracción priísta.

La última vez que el PAN encaró un desastre electoral en la capital potosina fue con un candidato propio, en 2015. Y con miras a la elección para gobernador de 2027, no hay un perfil panista hasta ahora, que destaque como posibilidad real de competencia; además el dirigente nacional Jorge Romero, y su propuesta de panismo amurallado, podría estar pavimentando el camino de la derrota del PAN potosino en la elección de 2027.

 

La caída, 2021-2024

En las elecciones de 2015 el PAN obtuvo 15 municipios, 12 de ellos únicamente del PAN, mientras que tres en coalición con el Partido del Trabajo (PT), y solo tenía siete curules en el Congreso del Estado, aunque con eso era la segunda fuerza política.

A 10 años de distancia la realidad es totalmente diferente, ya que únicamente gobierna tres municipios, uno de ellos en coalición, que es la capital del estado, mientras que en la Legislatura local únicamente tiene tres legisladores. Además ha tenido una baja de militantes y únicamente reporta 7 mil 621 en la entidad.

 

Riesgo de desaparición

A nivel nacional el PAN tiene 277 mil 665 afiliados, de acuerdo a la última verificación del Instituto Nacional Electoral (INE), siendo el número mínimo de afiliados de 256 mil 030 personas para conservar el registro. Acción Nacional tiene la cifra más baja de militantes y cumple con el requisito de manera ajustada, pues está apenas 21 mil 635 personas por encima del mínimo, lo que podría colocarlo en riesgo en la siguiente verificación, prevista para 2026.

A pesar de su "relanzamiento", y la forma en que el PAN busca atraer a más militantes, la realidad es que estas estrategias no logran trascender, ya que para los ciudadanos este partido no ofrece una alternativa creíble, lo que sumado a la incapacidad para articular un mensaje que lo ponga como la oposición real, lo único que conseguirá es hacerle un favor al adversario. El relanzamiento panista huele más a desesperación que a estrategia.

 

 

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