La socialité Isabel Preysler ventiló cartas de amor que mantuvo con el fallecido Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, e incluso dio a conocer que terminó con el autor mediante una misiva.
"Después de unos años en los que hemos sido muy felices, la situación entre nosotros se ha ido deteriorando. Hemos perdido ilusión, complicidad, alegría y se ha hecho más difícil la comunicación entre nosotros.
"Como afortunadamente no estamos casados, porque no acepté tus proposiciones durante el tiempo de felicidad, lo mejor es que demos por terminada ya esta relación", le escribió Preysler en 2022, de acuerdo con su libro de memorias, "Mi Verdadera Historia", presentado este miércoles en Madrid.
Según la correspondencia vertida en el libro, acusó además al autor de "Conversación en La Catedral" de usar su casa "como si fuera un hotel" y de, en varias ocasiones, mostrar celos extremos en su relación.
Esta última actitud habría sido la desencadenante de su ruptura en 2022, luego de 7 años de un noviazgo iniciado después de que el narrador se divorciara de Patricia Llosa, su esposa por medio siglo.
La llamada "Reina de Corazones", actualmente de 74 años, también hizo público en el texto que el peruano tuvo mielóma múltiple, que ocurre cuando células plasmáticas se tornan cancerosas.
"En cuanto tuvieron el resultado, se pusieron en contacto conmigo para informarme, porque yo era la persona autorizada por Mario para ello", escribió.
Durante el acto de presentación, Preysler afirmó que no teme cualquier represalia legal que pueda tener contra ella la familia de Vargas Llosa, fallecido el pasado abril a los 89 años.
Airea palabras de amor
La empresaria, quien estuvo casada con el cantante Julio Iglesias, el político Miguel Boyer y el aristócrata Carlos Falcó, comparte con los lectores varias misivas amorosas de Vargas Llosa.
En una de las primeras de ellas, fechada en 2015, el escritor confesó su emoción por estar finalmente junto a ella.
"Te vi de espaldas y me encantó tu manera de caminar. Tu linda silueta, tu cintura de avispa y tus pasos como de danza balanceándote muy despacio con mucha gracia como una bailarina.
"Me moría de ganas de acercarme a ti y besarte en el cuello y abrazarte por la cintura y pienso la impagable dicha que será vivir toda una vida a tu lado".
Las epístolas demuestran cómo los sentimientos del autor fueron creciendo en esta relación y, en diversas ocasiones, le escribió en tono erótico,
"Me parece que hace siglos desde la última vez que te tuve desnuda en mis brazos sintiendo latir tu corazón".