Regreso al Futuro cumple 40 años y Crocs ha querido hacerle a la icónica película el homenaje que se merece. Como si de su propia trama se tratara, el film de Robert Zemeckis ha viajado de generación en generación sin perder ni un fisco de popularidad.
En su estreno, los boomers la disfrutaron como un espejo nostálgico de su infancia, con unos años 50 idealizados repleto de cafeterías, autos cromados y música rock naciente. La Generación X vieron en Marty McFly la personificación de todo lo que querían ser: un adolescente ochentero, rebelde, cool y con un pie en el futuro y otro en la cultura rock. Con la aparición del VHS, el DVD y la televisión por cable, los millenials tempranos heredaron el mito, fascinados por la estética retrofuturista y manteniendo vivo su legado mediante el entusiasmo online. Y el show de Rick y Morty es una prueba evidente de que el poder de la fórmula se mantiene entre la Generación Z aunque sea un legado transformado (y salvajemente alocado).
La firma del cocodrilo sonriente es experta en plasmar la cultura pop en sus mules y para la ocasión, nos ha preparado un Classic Clog cargado de referencias pero manteniendo su clásica fabricación de espuma Croslite, ligera, cómoda, impermeable y amortiguadora, y su perfil ergonómico habitual. Porque si parta de icónicos y nostálgicos, nos podemos poner cómodos, muchísimo mejor.
En un movimiento muy inteligente, el equipo de Crocs ha decidido centrarse en un momento concreto de la cinta en vez de aludir a todo su universo. ¿Y qué momento hay más emblemático en Regreso al Futuro que cuando aquel espectacular DeLorean superaba las 88 millas por hora y rompía el espacio-tiempo dejando un reguero de rayos y llamas tras de sí? En efecto, no lo hay. Por eso los nuevos Crocs poseen una estética centelleante con un estampado all-over de relámpagos eléctricos, evocando la descarga energética que activa el viaje temporal en la saga. Por su parte, la suela, normalmente discreta en un Classic Clog estándar, adopta en esta versión una gráfica de llamas que recorre todo el perímetro del zueco. Un guiño chulísimo al característico rastro de fuego que deja el deportivo al saltar en el tiempo.
Otro rasgo técnico de peso está en la correa trasera, cuyo diseño está inspirado directamente en la carrocería del DeLorean, incluso incluyendo un módulo que emula el famoso Condensador de Flujo, con esos tubos de neón conectados al panel metálico que señalan las fechas del presente, el pasado y el futuro. Como siempre, la correa funciona como un elemento ajustable que brinda estabilidad al talón, un detalle práctico que en esta ocasión también aporta una función narrativa.
Los múltiples detalles enlazados con las aventuras de Doc y Marty no terminan aquí. En el empeine y laterales aparecen impresiones que aluden al “OUTATIME”, la placa personalizada del DeLorean y junto al relámpago general, también se visualizan elementos gráficos como el hoverboard (la tabla voladora de Back to the Future II que es un ícono de moda en sí misma, básicamente porque está ligada a las utracodiciadas Nike MAG). Por supuesto, siendo unas Crocs no pueden faltar tampoco los Jibbitz, que para esta ocasión engloban de todo: desde el chaleco naranja de Marty, el reloj de la torre, el periódico de 1955, el almanaque deportivo de Biff o el propio DeLorean.
La edición Back to the Future x Crocs Classic Clog verá la luz el 21 de octubre de este año con un precio de unos 80€ para su lanzamiento oficial en Crocs.com y distribuidores seleccionados. Pasado, presente y futuro rinden pleitesía a una cinta atemporal, de esas que cuanto más pasan los años, mejor envejecen y que siguen resultando tan o más cool ahora que en su estreno.
