San Luis Potosí, SLP.- La comunidad universitaria de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) estalló en indignación tras darse a conocer la denuncia de una agresión sexual ocurrida dentro de las instalaciones del plantel. Como medida de protesta, los estudiantes iniciaron un paro indefinido de actividades y tomaron las instalaciones, exigiendo justicia para su compañera y sanciones inmediatas contra los responsables.
El hecho, ocurrido el pasado viernes 17 de octubre, presuntamente involucra a tres alumnos y a una persona ajena a la institución, quienes habrían ingresado bebidas alcohólicas y sustancias ilícitas a las oficinas destinadas al consejo estudiantil dentro del edificio C de la facultad. Según los testimonios, la joven agredida cursa el tercer semestre, y la falta de vigilancia permitió que los presuntos agresores permanecieran varias horas en el lugar sin que ningún docente o guardia interviniera.
Estudiantes denunciaron que las autoridades intentaron modificar la versión de los hechos, señalando inicialmente que la agresión ocurrió en los baños del plantel, cuando —afirman— habría tenido lugar en las oficinas asignadas a la Federación Universitaria Potosina (FUP).
“Quieren cambiar la historia para proteger a los suyos. Los agresores eran consejeros y representantes de la FUP. No nos sentimos representados ni seguros dentro de la universidad”, expresaron las alumnas durante la toma del edificio.
El pliego petitorio entregado a Rectoría exige la aplicación plena de la ley, la separación inmediata de los implicados, el reconocimiento de la responsabilidad institucional por parte de la UASLP y una revisión profunda de los protocolos de atención a víctimas de violencia de género. También solicitan que se detenga la revictimización de la estudiante y que se garantice acompañamiento psicológico y jurídico con perspectiva de género.
A través de un comunicado oficial, la UASLP informó que los estudiantes implicados fueron suspendidos de manera preventiva mientras se desarrollan las investigaciones internas y externas.
La institución aseguró haber actuado conforme a los protocolos establecidos, y sostuvo que desde el momento en que el Departamento de Seguridad Universitaria tuvo conocimiento de los hechos, se levantó un acta, se dialogó con la presunta afectada y se dio aviso a la Fiscalía General del Estado.
“La Universidad reprueba categóricamente cualquier acto de violencia y colaborará para que este caso no quede impune”, señaló la institución en su pronunciamiento.
Sin embargo, los manifestantes desconfían de la eficacia de estos protocolos y critican la pasividad de las autoridades.
“El director Germán Pedroza Gaitán no ha dado una postura pública ni asumido su responsabilidad. ¿Cómo es posible que un hombre ajeno a la universidad pudiera entrar, drogarse y violentar a una alumna sin que nadie lo detuviera?”, cuestionaron los estudiantes durante la manifestación.
La protesta se extendió este lunes a toda la comunidad universitaria. En punto de las 2 de la tarde, estudiantes de distintas facultades se concentraron en el Distribuidor Juárez, bloqueando vialidades y marchando hacia Rectoría y la Fiscalía General del Estado.
Con consignas como “Ni una más en la UASLP” y “Justicia para nuestra compañera”, exigieron acciones concretas contra la impunidad y la negligencia institucional.
La Defensoría de los Derechos Universitarios, encabezada por Magdalena González, recibió el pliego petitorio y aseguró que dará acompañamiento a la víctima, aunque el estudiantado cuestionó la falta de resultados ante denuncias previas.
Apenas la semana pasada, alumnas de la Facultad de Economía también se manifestaron contra el rector Alejandro Zermeño Guerra, denunciando el acoso sistemático de un docente sin que se tomen medidas efectivas.
Estos hechos se suman a una larga lista de denuncias sobre acoso, violencia y falta de seguridad dentro y fuera de los campus universitarios.
Aunque desde 2019 el Ayuntamiento capitalino instaló botones de pánico en la zona universitaria como medida de seguridad, hoy la mayoría se encuentran inservibles o vandalizados, sin conexión con las corporaciones policiacas.
En palabras del propio rector, dichos dispositivos solo generan un estruendo y no están conectados a ninguna central de emergencia.
La agresión contra una estudiante dentro de un espacio académico no solo revela un acto criminal, sino un fracaso institucional y social.
¿Cómo puede ingresar una persona ajena al plantel, portar drogas y alcohol, y cometer un delito sin ser detectado? ¿Por qué los mecanismos de seguridad, los botones de auxilio y los protocolos no protegen realmente a los jóvenes?
Hoy, los universitarios de San Luis Potosí reclaman justicia, seguridad y verdad, pero también exigen un cambio estructural en la manera en que la UASLP enfrenta la violencia de género y el acoso dentro de sus muros.
El paro indefinido en Derecho no es solo una protesta, es el reflejo de una comunidad que se cansó de la indiferencia y que clama para que nunca más una estudiante tenga que temer por su vida en la universidad.