Pese a las ventajas evidentes, la experta advirtió sobre los riesgos de usar la IA sin control profesional
La Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando la práctica jurídica, acelerando tareas y mejorando la productividad en despachos y profesionales del derecho.
Cintia Solís Arredondo, abogada especialista en Derecho Privado y Ciencias Criminales, y socia directora de LexInf it Legal Advisory en Barcelona, explicó que la IA se utiliza principalmente para tareas rutinarias como resumir documentos complejos, convertir notas dispersas en textos organizados y preparar "checklists" para audiencias y alegatos.
"La IA funciona como un pasante virtual invisible que no se queja ni se cansa, capaz de sintetizar grandes volúmenes de información compleja en tiempos muy cortos. Me permite estructurar mis ideas rápidamente y preparar mi trabajo con mayor eficiencia, aunque siempre con la supervisión humana necesaria para no perder calidad. Es una herramienta muy valiosa si se usa con criterio", comentó la especialista.
Riesgos y limitaciones
Pese a las ventajas evidentes, la experta advirtió sobre los riesgos de usar la IA sin control profesional.
"He observado casos donde la IA inventó jurisprudencias inexistentes, lo que puede llevar a errores jurídicos muy serios si no se controla. Esto nos muestra que la AI puede alucinar, inventar datos y presentar información incorrecta. Por eso, el papel del abogado es crucial para verificar y corregir todo lo que surja de estas herramientas", explicó.
Además, señaló la inexistencia de aplicaciones que manejen profundamente el derecho latinoamericano, lo que limita la capacidad real de la IA para sustituir el juicio de un abogado en la región.
La especialista alertó que la IA está reemplazando muchas tareas básicas que hacían los pasantes, lo que podría impactar negativamente la formación profesional futura.
"Los pasantes están desapareciendo poco a poco porque la IA puede hacer sus tareas sin interrupciones ni costos laborales. Lo preocupante es que esos estudiantes también creen que no necesitan desarrollarse profesionalmente, lo que podría exigir cambios en la formación y la práctica legal a futuro. Que la IA haga estas funciones básicas disminuirá la oportunidad de aprendizaje práctico para los futuros abogados", advirtió.
Apps más utilizadas
Actualmente, más del 60 por ciento de los abogados mexicanos usan herramientas basadas de IA para agilizar su trabajo. Entre las plataformas más usadas están Gemini, Chat GPT-5 (versión Plus) y Google Docs con funciones de IA.
Desde una perspectiva empresarial, uno de los principales errores que cometen las compañías es comenzar a usar IA sin preocuparse por la protección de datos de sus clientes. Para resolver esta problemática, actualmente ya existen empresas como LemonTech, que ofrece a los despachos servicios de software completos con IA integrada y que les permiten garantizar la protección de datos personales.
"Los motores de Inteligencia Artificial están integrados en nuestras plataformas y las empresas pagan por soluciones completas que incluyen IA. Estos costos pueden variar, pero a la vez generan incrementos en la eficiencia y la rentabilidad", señaló Lautaro Rodríguez, CEO de LemonTech.
Ambos especialistas coinciden en que la adopción de IA sin un propósito claro es un error frecuente que puede llevar al fracaso o riesgos legales. La tecnología debe integrarse siempre alineada con los objetivos estratégicos y éticos de cada despacho o empresa para maximizar sus beneficios.
¿Qué usan?
Algunas herramientas de Inteligencia Artificial para el trabajo cotidiano en el área legal son:
Gemini. Está muy integrado con el ecosistema de Google (Docs, Drive, Gmail, etcétera), lo que lo hace especialmente útil para flujos de trabajo colaborativos. Puede ayudar a generar borradores de contrato; preparar modelos de demandas, contestaciones, recursos, amparos, oficios y promociones procesales.
Chat GPT-5. Generar borradores de contrato; preparar modelos de demandas, contestaciones, recursos, amparos, oficios y promociones procesales; sintetizar cambios en el DOF o en códigos locales/federales; análisis de jurisprudencias.
