Grupos de la industria automotriz han alertado sobre las consecuencias de la última medida de China para restringir las exportaciones de tierras raras, afirmando que estas medidas podrían allanar el camino a un período de caos en la cadena de suministro, destacó CNBC.
El Ministerio de Comercio de China anunció la semana pasada la ampliación de las restricciones a la exportación de tierras raras y tecnologías relacionadas, con el fin de prevenir el uso indebido de minerales en el ejército y otros sectores sensibles.
La Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA), el principal grupo de presión de la industria automotriz del país, afirmó que se espera que las nuevas regulaciones chinas tengan "consecuencias de gran alcance para las entregas de los productos afectados a Alemania y Europa", así como para su posterior transporte.
Las últimas restricciones a la exportación de China afectarán especialmente a las industrias de baterías y semiconductores, y por lo tanto también a la industria automotriz, declaró ayer el portavoz de la VDA a la CNBC por correo electrónico.
"Lo cierto es que las restricciones chinas a la exportación de tierras raras e imanes permanentes, implementadas en abril de este año, ya han agravado significativamente la situación del suministro de tierras raras y materiales estratégicos. Las nuevas medidas van aún más lejos", declaró el portavoz de la VDA.
Rico Luman, economista senior del sector de transporte y logística del banco holandés ING, afirmó que la nueva ofensiva de China contra las exportaciones es apremiante desde la perspectiva de la cadena de suministro.
"China domina el 90% de la capacidad de refinación mundial y, por lo tanto, constituye un verdadero cuello de botella", declaró Luman a CNBC.
"A lo largo de la cadena de suministro aún hay inventarios, como en la principal instalación de almacenamiento de Tradium cerca de Fráncfort, por lo que no preveo grandes consecuencias inmediatas", añadió Luman.
"Sin embargo, las tierras raras incluyen diversos elementos, algunos de los cuales podrían escasear en el momento de la entrega. Y, en el futuro, la relajación de los suministros depende en gran medida de las próximas conversaciones con China", añadió.
