La Catarata es una condición ocular que afecta al cristalino, el lente natural del ojo con el que nacemos. Con el paso de los años, este lente puede perder su transparencia y volverse opaco, dificultando progresivamente la visión.
Esta opacidad puede deberse a múltiples factores como:
Envejecimiento natural
Diabetes
Exposición prolongada al sol
Traumatismos o golpes en el ojo
Factores genéticos
Cuando esta opacidad comienza a interferir con las actividades diarias y ya no se mejora con el uso de anteojos, es momento de considerar una Cirugía de Cataratas.
¿Cuándo está indicada la Cirugía de Cataratas?
La Cirugía está indicada cuando el paciente ya no logra una visión funcional con corrección óptica (lentes convencionales) y presenta dificultades para llevar una vida normal. Es una de las intervenciones oftalmológicas más frecuentes y seguras, con excelentes resultados visuales en la mayoría de los casos.
Tipos de lentes intraoculares y cómo se eligen
Durante la Cirugía de Cataratas, el cristalino opaco se reemplaza por un Lente Intraocular artificial. Existen distintos tipos de lentes, y la elección adecuada depende de varios factores, como el estilo de vida del paciente, sus necesidades visuales y los resultados de ciertos estudios oculares.
Entre los principales tipos se encuentran:
Lentes monofocales
Son los más comunes. Corrigen la visión a una sola distancia, generalmente para ver de lejos. Después de la cirugía, el paciente suele necesitar anteojos para tareas como leer o trabajar en la computadora.
Lentes trifocales
Permiten el enfoque a distintas distancias (lejos, medio y cerca). Son ideales para personas que desean una mayor independencia del uso de lentes. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos: se requiere un análisis detallado del ojo, especialmente de la córnea, para asegurarse de que toleren este tipo de lente sin efectos visuales adversos.
Lentes de visión extendida
Ofrecen una buena visión intermedia y lejana, y pueden reducir significativamente la necesidad de lentes para actividades como ver televisión, usar el celular o conducir. No están diseñados para visión muy cercana (como leer letra pequeña), por lo que algunos pacientes podrían requerir lentes complementarios para esas tareas.
¿Cómo se decide qué lente es el adecuado?
La selección del Lente Intraocular se basa en:
La ocupación y estilo de vida del paciente
El deseo de reducir la dependencia de anteojos
Estudios personalizados, como el análisis de aberraciones ópticas en la córnea
Por ejemplo, un paciente con alteraciones en la córnea puede no tolerar un lente trifocal o de visión extendida, ya que podrían experimentar distorsiones lumínicas importantes.
Consideraciones especiales con lentes Premium
Los lentes trifocales, aunque ofrecen una amplia gama de enfoque, pueden generar efectos visuales secundarios, como halos alrededor de luces o faros, especialmente durante la noche. Es fundamental informar al paciente antes de la cirugía sobre esta posibilidad. Por esta razón, no suelen recomendarse para ocupaciones que requieren precisión visual extrema, como pilotos.
En cambio, los lentes de visión extendida tienden a tener menos incidencia de halos y son mejor tolerados, siempre que el paciente comprenda que puede necesitar apoyo óptico ocasional para ver detalles muy cercanos.
¿Qué esperar después de la cirugía?
La recuperación tras la Cirugía de Cataratas suele ser rápida, pero requiere seguir ciertas recomendaciones para evitar complicaciones:
Usar las gotas recetadas, que incluyen antibióticos, antiinflamatorios y lubricantes
Evitar esfuerzos físicos intensos durante la primera semana, que es la más crítica para prevenir infecciones
No levantar objetos pesados (más de 5 a 10 kg) durante las primeras dos semanas
No sumergir la cara en agua, especialmente en albercas o jacuzzis, durante varias semanas tras la cirugía
Cumplir con estas indicaciones ayuda a que la recuperación sea más eficaz y segura.
La Cirugía de Cataratas no solo restaura la visión perdida, sino que también puede mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. La clave del éxito está en un buen diagnóstico, una adecuada elección del lente intraocular según el estilo de vida del paciente, y una recuperación cuidadosa. Aunque los lentes Premium ofrecen grandes beneficios, no son adecuados para todos. Por ello, es fundamental una evaluación oftalmológica completa para tomar la mejor decisión en cada caso.