EN EL SEXENIO DE CALDERÓN UN diputado de Iztapalapa se volvió una voz conocida por sus discursos, el contenido que les daba y las formas en cómo lo planteaba. Se asumía como un hombre de izquierda y un duro crítico al poder… Sin embargo, como dijo Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo”.
	 
	GERARDO RODOLFO FERNÁNDEZ Noroña es aquel legislador que se jactaba de ser electo y no llegar al Congreso vía plurinominal, porque en sus propios términos “no le debía el cargo a nadie, más a que su gente”; ostentaba el haber renunciado en parte a los privilegios que recibía como legislador; y por ende fue un duro crítico de la frivolidad de la riqueza de los que ostentan el poder.
	 
	EL AHORA SENADOR MORENISTA fue una voz muy dura durante el calderonismo y el peñismo, e incluso empezó a ser una voz disidente para el propio expresidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, durante la gestión de este último, aquel discurso se convirtió en palabrerías vacías y, por qué no decirlo, se fue ajustando para atender la necesidad acomodaticia de ostentar riqueza, fuerza y poder.
	 
	DE AQUEL LEGISLADOR QUE despreciaba las posiciones plurinominales, llegó al Senado vía Lista Nacional; de aquel legislador que critica los lujos de los ostentadores del poder, comenzó a justificar sus propios lujos como una “necesidad”; y de ser un duro crítico del ejercicio del poder público, comenzó a guardar silencio.
	 
	FERNÁNDEZ NOROÑA FUE UN hombre congruente mientras era fácil serlo, pero en poco tiempo esa condición cambió y se sumó al pensamiento de aquella frase: “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”. De esta forma construyó el destino que hoy lo depara y del que tanto se jactó, y que consistirá en irse al basurero de la historia.
	 
	MUCHOS MORENISTAS Y ALIADOS de la autodenominada Cuarta Transformación podrán buscar formas de defender la incongruencia que rige hoy la vida del Senador, sin embargo, la realidad es letal, y nos muestra la pequeñez de un hombre que nunca criticó a los poderosos por considerarlo ilegal o inmoral; sino simplemente porque él no era de los que ejercían dichos privilegios.
	 
	MUCHO PUEDE ARGUMENTAR Fernández Noroña de sus necesidades o de una sociedad tan injusta que lo discrimina por sus nuevos lujos; pero la realidad es otra, él es uno de aquellos hombres que polarizaron al país y que señalaban la riqueza como un mal de origen; y es justo por eso que hoy se le señala con tal dureza.
	 
	SUS DICHOS Y SU PAPEL DE víctima no lo eximen de rendir cuentas, de informar sus ingresos y sus egresos, sus lujos y sus privilegios; su tono sarcástico no le da la justificación para minimizar las preguntas que los medios y la ciudadanía le hacen a un servidor público que debía regir su actuación en una caja de cristal.
	 
	EL SENADOR DEL 2025 ES LA antítesis del Diputado del 2009; es su némesis, pero soy una persona que cree que el Poder no cambia a las personas, solo las muestra tal como son, las desnuda y saca a relucir su verdadera forma; por lo que puedo decir que no es que sea algo diferente, simplemente ya no puede ocultar la incongruencia.
	 
	ES DIFÍCIL ENCONTRAR verdaderos políticos que entiendan de valores de honestidad, servicio y rendición de cuentas; porque es más cómodo el lujo, la frivolidad y la actuación desde la opacidad; y esta falta de congruencia se vive más cuando se habla de una filosofía de izquierda.
	 
	QUÉ DIFÍCIL DEBE SER HOY SER EL espectro político que representa Fernández Noroña, un deambulante que camina por los pasillos del sistema político, pero sin un futuro real, dado que no tiene elementos para defenderse, considerando que su crítica nunca fue sobre el ¿Qué?, sino para el ¿Quiénes?