El Ayuntamiento de Piedras Negras, Coahuila, y su alcalde Jacobo Rodríguez, enfrentan una ola de críticas, protestas e indignación social luego de que se difundiera un video donde trabajadores municipales son captados arrojando cadáveres de perros a un basurero, junto con desechos comunes.
En las imágenes —grabadas en el relleno sanitario municipal— se observa una camioneta oficial del Ayuntamiento cargada con basura y los cuerpos sin vida de varios perros que, según las autoridades, habían sido sacrificados en la perrera local.
Los trabajadores lanzan los cuerpos desde la caja del vehículo hacia una pila de desperdicios, sin ningún protocolo sanitario ni respeto hacia los animales, lo que desató una ola de indignación en redes sociales y entre organizaciones protectoras.
Protestas y condena social
Tras la difusión del video, decenas de ciudadanos y activistas se manifestaron frente a la presidencia municipal de Piedras Negras, exigiendo la destitución de los responsables y la implementación de medidas reales de protección animal.
Las imágenes se viralizaron rápidamente, acompañadas de mensajes que califican el acto como cruel, indigno e inhumano.
“Es inaceptable que las autoridades municipales traten así a seres vivos. No se trata solo de un error, sino de una falta total de empatía y respeto”, expresaron activistas locales.
La respuesta del alcalde
Ante el escándalo, el alcalde Jacobo Rodríguez emitió un mensaje público en el que lamentó lo ocurrido, aunque también intentó justificar el contexto de la situación.
“Todo lo que voy a decir no justifica este hecho devastador. Estamos muy apenados; no fue una orden de su servidor ni del director de Ecología. Fue un acto insensible de algunos trabajadores. A esos perros se les había aplicado la eutanasia por ley”, declaró el edil.
Rodríguez aseguró que su administración ha impulsado “campañas históricas de esterilización y adopción” para animales en situación de calle, y reconoció que el protocolo debe revisarse y reforzarse.
Posibles sanciones y llamado a revisión
El alcalde leyó el reglamento sanitario vigente, el cual establece que los animales sacrificados deben ser enterrados en zonas específicas y bajo control sanitario, no arrojados a un basurero.
También adelantó que se investigará a los empleados involucrados y se tomarán medidas disciplinarias.
“No podemos permitir que se repitan actos de este tipo. La ley es clara, y la dignidad de los animales debe respetarse”, concluyó.
Reacción de organizaciones
Asociaciones animalistas de Coahuila y de otros estados pidieron que el caso no quede en disculpas públicas, sino que derive en acciones concretas: sanciones, capacitación al personal y la creación de un cementerio o fosa sanitaria exclusiva para animales.
“La eutanasia no justifica la crueldad. Los animales merecen respeto incluso después de morir”, expresaron colectivos locales.
